Mari Trini


Ya se apagó aquella estrella
que se cayó en su jardín,
de los amores primeros
que empezaron a vivir.
Brotando con esa fuerza
que daba el poder sentir
esas caricias primeras
de aquel amor infantil.

Esos amores sinceros
con ella se marcharán,
cuando un día siendo niños 
sintieron el verbo amar.

Y bailando sus boleros,
al compás de ese cantar,
del barquero que remando
al final pudo llegar.

Aunque ya seas historia
tu canción perdurará
en la noche de los tiempos
para siempre o mucho más.

Rocinante y su montura
solitarios quedarán, 
la verdad y las miserias
navegando partirán.

Confiesas que las palabras
se pueden creer o no
y mientras, luce esa estrella
la que en el jardín calló.

Cuando el mar sea tu amante
y te olvides respirar
canta tus dulce canciones,
cántaselas a la mar.

Y junto a su amor eterno
buscando la mar se va,
o quizás hacia algún cielo
buscando la eternidad.

Mujer de triste figura
al mar fuiste a navegar,
marchándote dulcemente.
y sin nada que ocultar.

No me dejes, no me dejes,
repitiendo esta canción
que tan bien tú recitabas
escucho en mi corazón.

Adiós mi amor más soñado,
tú sabes lo que te quiero,
aquí se queda tu casa
de lluvia de amor y fuego.
Ahora cae la noche
y lejos te marcharás
aquí me quedo en silencio
escuchando tu cantar.



Antonio Nieto Bruna
Copyright ©
6-4-2009





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