Silentes pensamientos

Tu inocente ternura es mi alegría,
en ella yo me imbuyo,
tus anhelos son logros contenidos
que refleja tu orgullo.

Tu silencio, si me habla en el intuyo
que tu apego a la vida
te lleva por los años sin pecado,
ni rabia contenida.

Tu caricia me calma la dolida
herida que en mi ser
cicatriza con bálsamo de amor
y me hace renacer.

Pues aunque deberás envejecer
atado a tu cadena,
no sabrás que el amor es filantrópico
o de lujuria plena.

Hoy discurre esta vida más serena
con la banalidad,
y el futuro al final es displicente
con la realidad.

Yo quisiera soñar que tu bondad
es una alegoría
que nace con amor de tu interior
y que inspira poesía.



 Antonio Nieto Bruna
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27-10-2014



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