Desde hace diez años, todos los jueves, se reúnen un grupo de cinco amigas para
tomar el té y pasar unas horas de apacible tertulia en la terraza superior de Casa Fuster, en pleno centro de Barcelona,
cuyas vistas dan al Tibidabo, la Sagrada Familia y al Paseo de Gracia; la brisa
proveniente del mar Mediterráneo en aquel soleado jueves del mes de abril, era propicia para con su suave caricia rozase las sonrosadas mejillas de las que
amenamente charlarían de lo divino y de lo humano mientras como solía ser habitual entre pasta y sorbo de té se contaban sus cuitas, alegrías y confidencias.
Cuando el tiempo era desapacible, pasaban al Café Vienés; Montserrat prefería siempre que podía, salir a la terraza, se siente más desinhibida a la hora de
explayarse.
Como de costumbre,
la primera en llegar fue Montserrat, quien se encargaría de elegir el lugar donde celebrar la reunión. Decidiendo que sería en la terraza superior, pues el
tiempo parecía propicio para ello.
Cuando llegaron
Regina, Mercedes, Clara y Berta, se encontraba Montserrat rellenando un
cuestionario. Después de los habituales saludos y besos, pidió que se sentasen
y comenzasen a tomar el té y las pastas, pues tenía que contar algo
interesante.
-¡Chicas! Según
venía para acá en mi habitual paseo, entré en Valentino para ver las últimas
novedades y me han dado estos cuestionarios que invitan a participar en un
concurso con un suculento premio. Para rellenarlo, hay que decir cuál es
nuestro más recóndito secreto; quien gane tendrá que desvelarlo públicamente a
través de programas y anuncios a escala mundial, que se ha generado para el
lanzamiento de la temporada y recibirá por ello seis millones de euros.
Clara dirigiéndose
a sus amigas con su caracterizada ingenuidad, expuso dubitativa:
-Pero si desvelo
mi más recóndito secreto, ya no es secreto.
-Efectivamente,
cariño -Comentó Regina- Por lo que estoy leyendo en las bases, solo se
desvelará el secreto de la protagonista que tenga la fortuna de ganar, dudo que
seamos una de nosotras, pues la participación se celebra en todas las tiendas
del mundo. Además, lo nuestro no sería secreto, pues en las confidencias de los
jueves nos hemos contado pormenorizadamente todas las intimidades habidas y por
haber, ¿o no?
En ese momento se
le cayó a Berta la taza de té que sostenía en la mano…
Aquel jueves de un soleado julio, se encontrarían en la terraza cuatro de las cinco amigas, Montserrat
-como de costumbre- ya estaba en su rincón reservado, hojeando una revista que
acababa de adquirir.
-¡Mirad chicas!
Dice aquí que el jurado ha decidido ya el ganador del concurso convocado por
Valentino y que en breve dejará su anonimato. Según fuentes bien informadas,
los maridos de un grupo de amigas durante diez años han mantenido relaciones
con una de ellas que realmente no es ella...
-Entonces quién es?-
-No sé, Clara, lo dejan en la intriga, será para no hacer spoiler. ¿Os imagináis, sus caras de
tontas cuando se enteren?
En ese momento a
su histriónico comentario le añadió una sonora y nerviosa carcajada. Callando
de repente y cambiando el semblante, preguntó:
-¿Por cierto, qué sabéis
de Berta? Llevo varios días llamándola y no atiende al teléfono.
Los misterios que
guardamos
escondidos muy discretos
ocultan esos secretos
que con prudencia negamos.
Las dudas que deseamos,
¿esconden nuestras quimeras,
aquellas que no supieras
ni siquiera en confidencias?
martirizando conciencias
al mundo se lo ocultamos.
Las mentes que se acomplejan
se enredan con sentimientos
en confusos pensamientos
de su conciencia se alejan.
Esas razones nos dejan
las doctrinas heredadas
cuando son siempre avaladas
de dioses inexistentes,
en nuestras mentes silentes
los miedos se nos reflejan.
La falsedad algo humana
haciendo acto de presencia
nos dejará la evidencia
de la mentira mundana.
La doctrina muy arcana
siempre hará con su creencia
ocultar la ambivalencia
para evitar el desprecio,
cuando no se paga el precio
de tener la "mente sana".
escondidos muy discretos
ocultan esos secretos
que con prudencia negamos.
Las dudas que deseamos,
¿esconden nuestras quimeras,
aquellas que no supieras
ni siquiera en confidencias?
martirizando conciencias
al mundo se lo ocultamos.
Las mentes que se acomplejan
se enredan con sentimientos
en confusos pensamientos
de su conciencia se alejan.
Esas razones nos dejan
las doctrinas heredadas
cuando son siempre avaladas
de dioses inexistentes,
en nuestras mentes silentes
los miedos se nos reflejan.
La falsedad algo humana
haciendo acto de presencia
nos dejará la evidencia
de la mentira mundana.
La doctrina muy arcana
siempre hará con su creencia
ocultar la ambivalencia
para evitar el desprecio,
cuando no se paga el precio
de tener la "mente sana".
Antonio Nieto
Bruna
Copyright©
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27-8-2011
Ganador del 1º premio de Prosa
en el Portal de
Internet Mundo Poesía
el 3 de Abril de
2011
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