En alta, franca y buena estima asienta
los laureles que antaño recogió
y orgulloso a la vida le pidió
disfrutar de su bien ganada renta.
Su meta está en la fe de lo que intenta,
peleas que en la vida se encontró
si por casualidad no las ganó
su orgullo al menos no lo tuvo en cuenta.
La razón guardará con la esperanza
y cautela al querer ser el mejor,
escondiendo en la imagen del dolor
ese miedo que a todos nos alcanza.
Encontrará en su fuerza la confianza
de poderle vencer a su temor
haciendo que parezca algo menor
esa piedra escondida en su balanza.
El don que en su interior lleva guardado
es el del hombre que aprendió a ser fuerte,
pues en el fondo sabe que la suerte
llegará y de ella nadie ha escapado.
Cuando mires atrás en tu pasado
y encuentres lo que un día hizo valerte
querrás que con tu mal no puedan verte
aquellos que el cariño les has dado.
Desde el aprecio y el mayor respeto
a este guerrero envuelto en su coraza,
pedimos compartir lo que atenaza
y así salir airosos de este reto.
Perdona si en tu intimidad me meto
y doy mi parecer tomando baza
y aunque apelé a tu orgullo y a tu raza
te prometo no hacerte otro cuarteto.
Antonio Nieto
Bruna
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15-8-2018