Antígono entre
empresas siempre adversas
siguió al
avalado por la diosa,
como el
conquistador de osados persas
que marchó de
manera sospechosa
a Frigia por razones
muy diversas,
no encontrando
esa suerte misteriosa
que ocultan
todas las puntas inversas
del nudo con su
forma tan curiosa.
A la muerte del
magno se encumbró
en el líder de
tierras más lejanas
aunque con
Pérdicas al fin chocó.
Por ello vio sus
ilusiones vanas
de encontrar la
esperanza que buscó
y huyó de las influencias
milicianas.
Antonio Nieto Bruna
Copyright ©
13-6-2017