En un lugar de la
mancha
cuyos parajes recuerdo
si vuelvo ya no me pierdo
aunque su extensión sea ancha,
pues con su belleza engancha
a todo aquel que visita
a esta tierra tan bendita
andada por Don Quijote
en su Rocinante al trote,
un molino fue su cuita.
En Argamasilla de Alba
se engendró a un caballero
hidalgo con escudero
de procedencia algo malva
con su espada y lanza salva
al que a él favor pidiera,
aunque para ello tuviera
que enfrentarse a los gigantes
o a bandidos asaltantes
con su bacía barbera.
cuyos parajes recuerdo
si vuelvo ya no me pierdo
aunque su extensión sea ancha,
pues con su belleza engancha
a todo aquel que visita
a esta tierra tan bendita
andada por Don Quijote
en su Rocinante al trote,
un molino fue su cuita.
En Argamasilla de Alba
se engendró a un caballero
hidalgo con escudero
de procedencia algo malva
con su espada y lanza salva
al que a él favor pidiera,
aunque para ello tuviera
que enfrentarse a los gigantes
o a bandidos asaltantes
con su bacía barbera.
Antonio Nieto Bruna
Copyright ©
22-11-2011
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