Soy
del mundo ciudadano,
de
este país no reniego
y
en un barrio solariego
en
Madrid nací en verano.
De
aquel metropolitano
lugar castizo a distancia
la
vida y mi circunstancia
me
llevaron a marcharme
y
con lo puesto alejarme
de
un mundo de intolerancia.
Los
recuerdos de la infancia
me
quedan algo lejanos
y
en campos venezolanos
puse
fin a mi lactancia.
San
Cristóbal fue mi estancia
en
esos años primeros
y
aunque fueron pasajeros
quedarán
siempre grabados
en
mi memoria plasmados
aquellos años viajeros.
Cuando
recorres senderos
que
la vida te depara
si la nostalgia quedara
es
que fueron verdaderos.
Evoco
aquellos sinceros
recuerdos
con alegría
y
uso esta memoria mía
para
traer con mis versos
tiempos
que quedan dispersos,
para
mí de gran valía.
La
coqueta librería
cerca
de Plaza Miranda
servía
para demanda
del
arte y sabiduría.
Mi
madre que la regía
lo
hacía con un gran esmero
para
ella era lo primero
la
atención a la clientela;
alguna
que otra novela,
se
exhibía en el librero.
Con
esta décima quiero
traer
a mi mente aquel
lugar
en donde doncel
tengo
el recuerdo primero.
En este colegio adquiero
algunos conocimientos
donde asentar los cimientos
para labrarme el futuro,
aunque lejano y oscuro
de La Salle son fragmentos.
Cerca del Ayuntamiento
está la Plaza de Sucre
aunque ya no me
involucre
en su contexto y
momento.
Pues su olor y aroma
siento
y veo a la perezosa
pasarse parsimoniosa
por la frondosa
arboleda
pareciendo que se queda
El puente
internacional
a Cúcuta nos
transporta
y un gran
tráfico soporta,
lo cruzaba
de chaval.
Este paso
principal
de Colombia
a Venezuela,
un gran país
nos desvela,
y el río
Táchira hermana
a esta
tierra americana,
la que mi
recuerdo anhela.
Este poema revela
retazos de mi memoria
que han quedado en esta
historia
y que mi mente modela.
Sobre aquella tierra
vuela
mi recuerdo ya lejano
de ese pueblo que es
hermano
de este en dónde yo nací,
de aquél, aunque no
volví
me siento de él ciudadano.
Antonio
Nieto Bruna
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21-12-2014