Buscar
a un ganadero despreciable
es
fácil cuando existe malestar
pues
solamente tienes que mirar
en
la hacienda de algún que otro honorable.
La cabaña que siempre es respetable
con
el tiempo aprendió como pastar
pero
nunca se deben olvidar
que
pacieron en tiempo favorable.
Sin
perder el momento o la ocasión
de
llevar al redil a su ganado
amenaza
que viene el cruel dragón.
Y
después de tenerlo bien cerrado,
hará
una minuciosa selección
del rebaño que guarda en el cercado.