Tras la ventana


Al otro lado de la ventana
observa fija un cielo incierto
la triste dama sin un mañana, 
entre el ayer y el hoy ya yerto.
Es cierto.
En noche negra sin luz temprana
ya solo espera quede cubierto
su inerte cuerpo de cepa vana,
pues fue con creces del mal experto.
El muerto.
Con el veneno casi preciso
ha preparado un buen conjuro 
y mientras llega al paraíso,
a buen recaudo deja el cianuro.
Seguro.
Tras la ventana de un quinto piso
se ha despedido de un mundo oscuro
y del cadáver de aquel narciso
que por malvado halló el futuro.​
Lo auguro.

Antonio Nieto Bruna
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18-10-2016