Historia de un descubrimiento

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En la Serranía Norte cerca de Guadalajara
se encontró una rica veta el filón era de plata.
Allá en Hiendelaencina los yacimientos estaban
en el rico Canto Blanco donde a plena luz brillaba,
nativo argento metal entre rocas y pizarras.

Aquel acontecimiento de la noche a la mañana
cambió la fisonomía de esta rústica comarca,
en donde otrora había huertas, quedan tierras perforadas,
agricultor y pastor cambian cayado y azada
por el pico y la barrena y el oro trigo por plata.
Y llegaban los mineros de todas partes de España.

En pocos años los pozos surgieron como hierba mala
pero no todas las minas dan aquello que esperaban,
explotando el filón rico, Santa Cecilia la llaman,
lindando queda la Suerte y Teresa entre dos aguas,
algunos también decían la Fortuna está cercana,
aunque nadie lo diría pues la inversión era escasa.

Las minas con auge pleno finalmente comenzaban
a dar el fruto esperado aquel que un día soñara
don Pedro Esteban y Górriz, quien con su hallazgo dejaba
la leyenda que nos cuenta aquella hazaña pasada
y muchas pequeñas gestas de esta historia tan lejana,
aunque está en algunos libros hoy no queda casi nada.

No todo será fortuna no todo fueron bonanzas
por tanta prosperidad se pagarán cuotas altas,
despertando tal riqueza envidias en la comarca
aquellos los lugareños pensaban que no ganaban
por tanto riesgo y sudor lo que el esfuerzo rentaba.
Unos dejaron sus vidas, otros sus cuentas inflaban.



Celebrando las fiestas de agosto

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Agosto se presenta jubiloso
y anuncia nuevas fiestas patronales
con el tiempo templado y generoso
esperando acompañe a los rituales.

Los mozos preparando están sus peñas
adornando casillos centenarios
de puertas de madera muy pequeñas
que tienen los locales tabernarios.

Inclinan las cabezas con agrado
al entrar a por néctar y ambrosía 
y al salir con el vaso muy cargado,
van llevando a la plaza su alegría.

Celebremos las fiestas cada instante
con buen humor, mesura y con talante.

La plaza de mi pueblo se engalana
si el verano traspasa su ecuador, 
la noche se ilumina de color
en esta sierra norte castellana.

La fiesta mezcla risa con jarana
y salpica el almuerzo con licor, 
haciendo que la tarde y su calor
nos acerque a la noche más temprana.

La charanga llevando su compás
con el toque de diana van cantando
entre los mozos más madrugadores.

Y las peñas no quedan nunca atrás
pues saben que el final está acechando
al dar el chocolate a los albores.

Celebremos las fiestas cada instante
con buen humor, mesura y con talante.

Celebremos las fiestas cada instante
con buen humor, mesura y con talante.

La plaza de mi pueblo se engalana
si el verano traspasa su ecuador, 
la noche se ilumina de color
en esta sierra norte castellana.

La charanga llevando su compás
con el toque de diana van cantando
entre los mozos más madrugadores.

Y las peñas no quedan nunca atrás
pues saben que el final está acechando
al dar el chocolate a los albores.

Celebremos las fiestas cada instante
con buen humor, mesura y con talante.