En la plaza alumbrando está la hoguera
a la oscura, cerrada y fría noche
y el alba dejará por fin su broche
con cenizas y ascuas de madera.
La mañana aguardando sola espera
que el fuego purifique con derroche
el amor que florece a troche y moche
como estrellas fugaces en la era.
Su laúd nos dejó la melodía
del acorde entonado por la musa
y honrosos festejamos este día.
Su figura alegórica inconclusa
se erige de patrona y de vigía
a los pies de esta sierra tan
difusa.
Antonio Nieto
Bruna
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22-11-2017