Luna
naciente, blanca, oscura y fría,
pasa entre
alguna nube gris inerte
y hace que
se haga mucho más presente
otro
otoñal aciago y negro día.
Lluvia
discreta el cielo azul cubría
toda su
fuerza innata más frecuente,
y ese caer
continuo más corriente
se difumina siempre que es baldía.
Pasa el
verano suave y muy silente,
esa
liviana fronda al fin traía
otra
estación con ocre y rojo ambiente.
Siempre
que el tiempo solo sea guía
y aunque
del árbol quede la hoja ausente,
puede el
otoño traiga luz tardía.
Antonio
Nieto Bruna
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16-8-2015