En el transcurso de un suspiro, la mente utiliza el tiempo a modo de vagón en una montaña rusa, para transportarte a lo más alto e inmediatamente enviarte al más profundo de
los abismos y cuando piensas que todo terminó, te hace un tirabuzón y te pone
boca abajo, en ese momento debes tener la suficiente precaución y sujetar
fuertemente tus recuerdos, para que no caigan en las profundidades del olvido.
El devenir del insospechado trayecto o vicisitudes que da la vida, lo tienes que afrontar con la naturalidad con la que se ha de encarar la cotidianidad del momento, unas pocas veces controlada y las más de la veces absurdas e indeterminadas, para finalmente comprobar que el vagón que te sujeta al raíl de la vida, discurre por esas sublimes vías llamadas amor.
El devenir del insospechado trayecto o vicisitudes que da la vida, lo tienes que afrontar con la naturalidad con la que se ha de encarar la cotidianidad del momento, unas pocas veces controlada y las más de la veces absurdas e indeterminadas, para finalmente comprobar que el vagón que te sujeta al raíl de la vida, discurre por esas sublimes vías llamadas amor.
Antonio Nieto Bruna
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15-5-2011