Se aproxima el florido mes de abril
y la sombra del miedo le acompaña
por los campos y ciudades de España
igual que un reo espera ante un fusil.
Este soneto suena frio y hostil
como el corte afilado de guadaña
de un traicionero virus que arrebaña
la vida de una forma tan sutil.
Sin embargo, tan solo el temerario
llega a creer que somos inmortales
y que todo es un cuento imaginario.
Si el designio presenta sus avales,
fíjate si del acto funerario
están fuera del RIP tus iniciales.