La primavera

Ya llegó la sutil

hermosa y amorosa primavera,

floreciendo sin fin

ataviada y ligera

se muestra con olor a oda campera.

Llega la primavera,

acicalada está de mil colores

mientras luce su manto,

amorosa y sincera

regando con sus aguas 

germinaran sus frutos

al paso inexorable de los días,

recogiendo en su espera

inciertos los azares

transmutados en mares

adornados de pétalos perlados.

Llega la primavera,

alegremente muestra el colorido

sintiendo el contenido

viene a dejarnos su

idílica y florida

ofrenda más sentida,

lo que le hace en su cáliz azulado

esperar comedida

tanto amor perfumado

aunque pase ligera por la vida 

se queda su fragancia en los sentidos.

Llega la primavera,

olvidado quedó el gris atavío

silente del invierno

causante de la espera

ligera del tiempo umbrío,

alegre llega altanera

vestida con sus galas más festivas

entra muy penitente,

ligera entre el rocío

expande aromas antes que el verano

se aleje con el viento tramontano.

Llega la primavera,

atrás un rayo se quedó anodino,

silente en el camino

ante la fría espera

zigzaguea al destino

un tiempo ya perdido 

como caen las hojas en otoño

esperando que el día 

no pierda su inocente

aliciente a la suerte del estío

sin que la lluvia no le quite brío.

Llega la primavera,

avala al campo su color festivo

surte de olor furtivo

al alba en la pradera

mandó el verde alusivo

al trigo y que creciera

paciente a su amarillo persuasivo

obsequiando sincera

lluvias para el cultivo

al mismo tiempo el sol

siempre pudiera ser definitivo.

Llega la primavera,

al paso del invierno gris y frío,

prímula del rocío

radia su luz primera

incitando amoríos

mientras la tarde espera,

adorna con su luz el desvarío

vacilante y pueril

en su ciclo tardío

recibirá con su ademán gentil,

al soleado y próximo verano.

Llegan las golondrinas

por lontananza vuelven a sus nidos,

en ellos adivinas

los balcones ungidos,

de esas alegres aves peregrinas.

Antonio Nieto Bruna
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9-11-2014