si el verano traspasa
su ecuador,
la noche se
ilumina de color
en esta Sierra
Norte castellana.
La fiesta mezcla
risa con jarana
y salpica el
almuerzo con licor,
haciendo que la
tarde y su calor
nos acerque a la noche
más temprana.
La charanga y los
mozos al compás
con el toque de
diana van cantando
por las calles
llegando los albores.
Los Fielatos no
quedan nunca atrás
pues saben que el
final está acechando
si el chocolate, dan
madrugadores.
Antonio Nieto Bruna
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15-7-2018