Brilla con su expresión, bella y arcana,
única,
natural, tierna y gentil,
íntegra
de emoción, clara y cercana,
de
alma tan especial, dulce y pueril.
Es
contra la razón regla que gana
toda
la excepcional forma sutil,
hizo
que la pasión fuera liviana
dándonos
su jovial aire infantil.
Siempre
nos quedará santo y ungido,
aunque
en su dormitar pueda tener
manta
que velará sueño perdido.
Nunca abandonará libre su nido
hecho
para abrigar límpido ser.
¡Quién
te cobijará hijo querido!
Antonio Nieto Bruna
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6-1-16