Fluyen los sueños

Si de la montaña bajando está el río
con su fluir continuo, límpido y frecuente,
las aguas que llevan su bisoño afluente,
le conducen entre, un paraje umbrío.

Al comienzo el cauce en libre albedrío
cristalinas aguas dirigen certeros
todos los designios con hechos postreros
quedan a su suerte en océano sombrío.

Pasando los sueños se irán alejando
de aquellos momentos que son clandestinos
y muchos instantes se irán naufragando.

Memorias lejanas surcan los caminos,
llegando al estuario solos van quedando
todos los recuerdos y nuestros destinos.

Antonio Nieto Bruna
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3-5-2010


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