Evocación primera

Mira mi cara, cuando me río,
y después gritas ¡Cariño mío!
Cuenta con celo, todos mis dedos
mis manos miras escondes miedos,
ensimismada te has de sentir
cuando haces "ajo", yo he de reír.
Es tu mirada la que yo advierto
si al sobresalto yo me despierto,
junto a mis sueños siempre te siento
alejas miedos de mi tormento.

A tu armonía yo le daría
toda mi risa por tu alegría,
a ti echaría mucho de menos
cuando mis sueños fuesen ajenos,
yo no sabría que, es lo que haría
si no tuviese tu compañía.
Tu amparo quiero siempre tener
aunque algún día yo he de crecer
cuando al fin crezca y en tu vejez
quiero tu anhelo tu sencillez.

De esos mis sueños es compañera
es mi mañana lo que ella espera,
es de mi risa mi pitonisa
viendo el futuro que es mi sonrisa,
cuando yo duermo, como un guardián
mece los brazos con ademán.
Es el futuro que de mi espera
es el mañana con su quimera,
siendo el presente de aquel pasado,
en su memoria tendrá guardado.

¡Rey de las rusias!, cuando me río,
tú a mí me gritas con desvarío,
toma rey mío mi apetitoso
tan nacarado néctar cremoso,
cuando tu sueño yo catalizo
vela la luna tu dulce hechizo.
Luna hechizada de los anhelos
de la esperanza, puesta con celos,
incertidumbre por los desdeños
en el mañana y en esos sueños.

En tu regazo me reconforto
con tus amparos me quedo absorto,
con tus caricias siento las dichas
cuando con mimos tú me encaprichas,
es tu perfume todo el influjo
con tus aromas y con tu embrujo.
Ese embeleso dado a mí ser
es el hechizo de tu querer,
quien cautivado puede tener
miedo al futuro y al no saber.


Antonio Nieto Bruna
Copyright ©
9-5-2009



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