La noche acecha como un alma en pena
al tiempo para hacerle prisionero
y el día le libera con esmero
de tanta oscuridad que le condena.
al tiempo para hacerle prisionero
y el día le libera con esmero
de tanta oscuridad que le condena.
La noche al día busca y le cercena
los rayos del tardío sol postrero
y el día con semblante ya altanero,
espera al sol salir con él a escena.
¿Será que el día es siempre coherente
si enseña lo mejor de nuestro entorno
y deja que oscurezca finalmente?
¿Será la noche cuando en su retorno
reniega de la vida realmente
cuando el alba embellece su contorno?
Antonio Nieto Bruna
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18-3-2014
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