Entre asfalto ladrillo y hormigón
andan almas perdidas en las noches
vagan lánguidas, tristes sin reproches
por el mundo que ignora a la razón.
Siempre queda el poder del corazón
de otras gentes que dejan sus derroches
entre los que se visten de fantoches,
dando luz esperanza y compasión.
Cuando sombras se amparan entre lodos,
negros pozos que dejan desconfianza
nos harán ocultar las suciedades.
Y aunque el día amanece para todos
solo el Sol con su brillo de esperanza
deja rayos que alumbra oscuridades.
Antonio Nieto Bruna
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28-3-2013
28-3-2013
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