El regreso


A mis abuelos



Presento aquí con honores las sombras y las verdades
de recuerdos y visiones de vidas infatigables
de aquellos que con sus dones fueron seres entrañables.
Con versos y mil amores, relato sus dignidades.

En un casillo de piedra con una gruesa pizarra
en una villa pequeña rodeada de montañas
a la puerta un haz de leña y lazos para alimañas,
un perro cachorro medra tumbado junto a la parra.

Son nueve los moradores, entre el perro, hijos y madre,
cuatro pequeños varones, tres hijas angelicales,
viven con sus ilusiones con sus huertos y animales
trabajan de agricultores esperando llegue el padre.

Labra el mayor la parcela, los medianos en la espalda
llevan la mies a las eras, el pequeño pone trampas
y juega en las escombreras con su peonza y estampas,
cuando sale de la escuela va en busca de su esmeralda.

La moza a servir se pone, cocinando ella se vale,
la mediana sus opciones son marchar a otros lugares,
la pequeña de ambiciones sueña con grandes telares,
sus labores, la dispone, de su casa apenas sale.

Largos años en mil guerras, más de doscientas semanas
en el penal de Figueras con la muerte conmutada.
Aunque cayeron fronteras quedó una puerta cerrada;
hay vidas que son muy perras, ¡más si son republicanas!

Cruza valles, ríos, montes, por caminos y ciudades,
después de días y noches pone fin a un largo viaje;
el zurrón ya sin reproches, una historia, su equipaje,
buscando sus horizontes, atrás dejó libertades.

Cerca ya de La Revuelta, afanado en la Cerrada
viendo un joven que sospecha, le hace que vuelva la cara
preguntando a quien barbecha, por el que allí cultivara.
-De la guerra está de vuelta, esperamos su llegada-.

-¿¡Hijo ya no me conoces!? Soy yo, tu esperado padre,
partí cuando erais menores, regreso y tú ya eres grande,
dejé aquí mis ocho amores ¡Si Dios hay me lo demande!
En noches negras y atroces os soñé junto a tu madre-.

-A su imagen me recuerda, le llevé siempre en el alma,
la memoria siendo buena mi edad era muy temprana;
vamos padre ya a la cena que le espera su serrana.
Ella sí, de usted se acuerda las largas noches de calma-.




























Antonio Nieto Bruna
Copyright ©
25-9-2012

No hay comentarios:

Publicar un comentario