Igual que rosa roja en primavera
estaba tan hermosa aquella flor
estaba tan hermosa aquella flor
que fue su grato aroma y su esplendor
la causa de ese amor que en mí naciera.
Libar su suave néctar me libera,
al ser intenso y fresco tal licor
esencia deja y todo su sabor
en gracia de una suerte venidera.
La vida es brizna que la mueve el viento
volando va entre sueño y libertad
dejando huella de nuestro sentimiento.
La noche oculta solo su verdad,
el día pasa y deja al pensamiento
buscar anhelo, paz y dignidad.
Antonio Nieto Bruna
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29-1-2013
29-1-2013
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