Vieja dama vieja
amiga,
la que desde
niño mi sueño abriga
la que me
acompaña en mis fatigas
la que mi mañana
con ansia espera,
ésa, mi compañera
taciturna hechicera
de mis presagios
y mi quimera
monstruo que
siempre espera
a mis miedos
surgiendo de las
tinieblas.
Cuando a su
rostro mirarla pueda
mientras su
aguijón en mi acecha
con la certeza,
de que el mañana
son hojas yertas
de un pasado que
en mi se aleja
de un futuro que
es seguro
me encontraré
con su grandeza.
Antonio Nieto Bruna
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19-3-2009
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