Madre, ese
nombre
evoca de ti tantas cosas
que en mi se agolpan,
queriendo recordar
todos los instantes,
unos son mejores,
otros no tan buenos,
en definitiva todos quedarán.
Como Dante
al infierno bajaste
por sus círculos has pasado
en dos has dejado
lo que anhelaste
y la suerte adversa te arrebató,
o no te quiso dar.
evoca de ti tantas cosas
que en mi se agolpan,
queriendo recordar
todos los instantes,
unos son mejores,
otros no tan buenos,
en definitiva todos quedarán.
Como Dante
al infierno bajaste
por sus círculos has pasado
en dos has dejado
lo que anhelaste
y la suerte adversa te arrebató,
o no te quiso dar.
Subiste más
arriba,
purgaste tus heridas,
purgaste tus heridas,
bebiste en la
fuente
que lo malo olvida
que lo malo olvida
y con fuerza
volviste a luchar.
Rosa plateada centro de la vida
de la que un día me quisiste dar,
sueños inconclusos rotos por el miedo
a ir a los infiernos y en los círculos
volver a tropezar.
Destinos cambiados por los avatares
que la vida da, por esto y por más,
yo te digo madre que con tus anhelos
todavía sueño,
los echo de menos,
cuando a tu lado
no puedo estar.
Antonio Nieto Bruna
Copyright ©
11-3.2009
No hay comentarios:
Publicar un comentario