Camino de pescadores

En la memoria queda la senda al transitar,
si con el tiempo en ella recuerdo ha de quedar
el viajero su estela, pudo y quiso dejar
 notas en su cuaderno que obtuvo del lugar.

Y como una leyenda entre letras plasmara
algunas añoranzas que el tiempo le dejara,
para que con estrofas en verso dibujara
parajes de la sierra sita en Guadalajara.

Desde el norte se llega camino al mirador
y el pico de Alto Rey nos muestra el esplendor
de aquellos bellos pueblos donde a su alrededor
el descenso del río lleva un leve rumor.

Si encuentras la vereda podrías acceder
hacia donde la ruta parte hasta descender
por angostos senderos llegándose a perder,
mientras que llega el día con tenue amanecer.

Entre las peñas surge corto el lento vagar
llevándonos con ese pausado caminar
por aquel vericueto zigzagueante andar,
dos cauces entre ríos se deben encontrar.

El Cristóbal le llega con suave y tenue fluir
el Bornova recibe y agradece el diluir,
la garganta se agranda pues en su discurrir
ha moldeado el cauce su curso el devenir.

El descenso de aromas y sabores exhalan
de romero y cantueso sus olores igualan,
con sus verdes colores a la orilla regalan
la bucólica umbría sus sombras acorralan.









Esas aguas fluyendo van junto a la ribera
con alegres colores de la luz mañanera,
con los cantos las aves traen la primavera
todo envuelve de magia y alegría su vera.

Hacia el sur la vereda te lleva el caminar
donde con el descenso podrías alcanzar,
un gran salto que el agua deberá realizar
y al seguir por su curso llegará hasta la mar.

Río arriba unas ruinas se podrán contemplar
como con las turbinas que el agua hizo girar
en los tiempos lejanos el cauce al transformar
su energía, a las minas las hizo trabajar.

Con las vetas ocultas en la profundidad
el argento en su entraña guardará soledad,
el metal que extrajeran con su gran calidad
de las minas el pueblo tomó su identidad.
Camino de Villares su molino algún día
labor de siega y trilla con la muela molía,
en mula el molinero para el horno subía
en el pan la tahona la harina convertía.

Esta ruta del río ya por hoy se termina,
la tarde acaba y queda por subir la colina
que lleva a la meseta por la cuesta tan pina
y al final llegaremos hasta Hiendelaencina.




Copyright ©
Antonio Nieto Bruna
15-7-2009

No hay comentarios:

Publicar un comentario