EL SONETO ENDECASÍLABO



Desde épocas ancestrales, la comunicación en las relaciones de los seres vivos ha sido una de las mayores armas evolutivas que ha existido. Ello hizo que el ser humano para su crecimiento tanto espiritual, cognitivo, cultural o social, creara una gran herramienta de comunicación llamada lenguaje.
A partir de esta forma inteligente de entendimiento, los humanos, por grupos, comunidades o tribus, desarrollaron pautas y códigos distintos de comunicación a través del lenguaje que se transmitirían de padres a hijos y de generación en generación.
Desde esa necesidad de transmitir historias, pensamientos o sabiduría, fue evolucionando la palabra en modos de expresiones diferentes según el qué y el como querían comunicar. 
Entre esas diversa formas nació la poesía, en un principio como manifestación prosaica y posteriormente debido a la necesidad de memorizar lo que se transmitía y recibía, y quién sabe si debido a algún sabio anciano que al comenzar a flaquear su memoria se le ocurriera rimar grupos silábicos de palabras, para con formas rítmicas hacer que se quedara grabado con más facilidad en la mente la transmisión de sus pensamientos.
De ahí a su afianzamiento en la época griega y posterior evolución latina, llegaremos a nuestros días pasando ineludiblemente en el caso que nos ocupa y en concreto, por las letras del Siglo de Oro de la lengua castellana.
Después de dicha evolución y de innumerables y grandes autores, se llegó a encontrar una de las formas más expresivas y hermosas de la literatura, el soneto, este tipo de poema como todo en la vida a evolucionado, por lo que al estudiarlo a su vez trataré de transmitir con mis poemas, pensamiento y conocimientos adquiridos de varios de los mejores estudiosos del arte poético, las formas y usos del soneto endecasílabo, desde sus raíces más clásicas hasta nuestros días, sin entrar en otros tipos de estrofas que pudieran hacer excesivamente extenso este estudio.

Antecedentes históricos del soneto
El soneto y más en concreto el endecasílabo en su forma más clásica, es una composición poética compuesta de catorce versos de arte mayor.
Los versos se encuadran en cuatro estrofas compuestas de dos cuartetos "estrofas de cuatro versos" y dos tercetos "estrofas de tres versos". Aunque la distribución del contenido del soneto no es estricta, puede decirse que el primer cuarteto presenta el tema del soneto y que el segundo lo desarrolla. El primer terceto reflexiona sobre la idea central o expresa algún sentimiento vinculado con el tema de los cuartetos. El terceto final, el más emotivo, finaliza con una reflexión o con un sentimiento profundo, ocasionado por los versos anteriores. De esta manera, el soneto clásico presenta una introducción, un desarrollo y una conclusión en el último terceto, que de algún modo da sentido al resto del poema.
Esto no quiere decir que el soneto que no presente un desarrollo como el explicado, se le aparte de tal calificativo.
En sus diferentes formas, el soneto desde su creación en Sicilia en el siglo XIII, fue difundido por toda Italia por algunos autores como, Pedro de Vignes, Guittone d´Arezzo, Guido Guinizzelli o el propio Dante.
Se sabe de estos autores, sobre todo de Dante, que Petrarca asumió no solo sus formas si no sus estilos románticos, adquiriendo el conocimiento de la nueva medida silábica y el lirismo que tanto lo distingue en sus formas y que a la sazón se las conoce como “Petrarquismo”.

Transición a la lengua castellana
Desde mediados del siglo XV las relaciones culturales entre España e Italia se intensificaron al residir numerosos escritores españoles en Italia conviviendo con literatos de dicho país, atraídos por la suntuosidad de la corte napolitana, entre el reinado de Alfonso el Magnánimo y los virreyes castellanos, influenciados por Petrarca y otros autores como Tasso o Ariosto.
Aunque Iñigo López de Mendoza, “Marqués de Santillana”, tiene el honor de ser el primero que escribió sonetos en lengua castellana “Fechos al itálico modo”, el intento no fue muy bien acogido. Tuvo que ser en1525, cuando el embajador de Venecia, le propone a Boscán, probar el soneto en letras castellanas (según, Carta a la duquesa de Somé). A pesar de ello tampoco fue Juan Boscán quien consolidó el soneto en lengua castellana, sino su amigo Garcilaso de la Vega, puesto que este poeta lo superó en elegancia, sutileza y soltura en la composición de los versos.

En el período neoclásico y en el Romanticismo el uso del soneto fue despreciado por otros tipos de estrofas, siendo cultivado por autores de la Escuela Poética Salmantina como, Meléndez Valdés, José Cadalso o Gaspar Melchor de Jovellanos, entre otros.
La principal renovación del soneto en castellano se produce a finales del siglo XIX, con el modernismo.
En los sonetos modernistas lo más frecuente es el orden clásico de los cuartetos, pero se usaron también por influencia del parnasianismo francés, las combinaciones de rimas ABAB:ABAB y ABBA:CDDC. En esta época aparecen varias innovaciones métricas y se utilizan versos de otras medidas, desde trisílabos hasta hexadecasílabos, aunque los más utilizados son los alejandrinos, (versos de 14 sílabas) además, aparecen sonetos polimétricos que emplean en el mismo poema versos de diferentes medidas utilizados por Rubén Darío, o los hermanos Machado entre otros.
Otras de las formas implantadas fue el soneto de arte menor o “sonetillo”, que tiene precedentes en el Siglo de Oro y en el Neoclasicismo, usado por ejemplo por Tomás de Iriarte.
En la generación del 27 el soneto se terminó de consagrar debido a su uso por autores como García Lorca, Jorge Guillén, Gerardo Diego o Rafael Alberti. Posteriormente, algunos poetas, como Jorge Luis Borges, cultivan el “soneto inglés” o “soneto shakesperiano”, que consta de tres cuartetos y un pareado final, o bien escriben sonetos sin rima, como Pablo Neruda. El soneto mantuvo su vitalidad durante la posguerra civil española, gracias a autores que supieron renovar su sonoridad y retórica, como Blas de Otero, Carlos Edmundo de Ory o Ángel González y entre los hispanoamericanos Alfonso Reyes y Javier del Granado. Durante los años posteriores a la segunda mitad del Siglo XX cayó en un relativo descuido e indiferencia, si exceptuamos algunos nombres de poetas como Antonio Carvajal o Jenaro Talens. Poetas posteriores y actuales, como Álvaro Tato, Juan Van-Halen o Luis Alberto de Cuenca, han retomado su uso, con un fervor no exento de gracia, ironía o sutileza.

Tipología
La tipología del endecasílabo está basada en su ritmo acentual, su estructura estrófica casi rígida y sus dos únicos tipos de rimas en las dos primeras estrofas “cuartetos” (A-B-B-A) y “serventesios” (A-B-A-B) y mayores opciones de rimas en sus dos tercetos. 
En ocasiones algunos autores usan forma de conjuntos de versos añadidos al término del soneto, normalmente compuesto por un verso heptasílabo y un pareado endecasílabo, llamado estrambote y que comúnmente se asocia con temas satíricos.

En lo que respecta al ritmo, existen distintos tipos de endecasílabos, según la posición en que se encuentren los acentos no estróficos (el estrófico va siempre en la sílaba décima).
Los acentos rítmicos corresponden a las sílabas pares 2-4-6-8-10; y son los destinados a marcar el ritmo; pero no todos ellos son esenciales. Salvo el último (10), los demás pueden faltar, aunque no todos a la vez. Son esenciales los de la 6ª y 10ª, o bien los de la 4ª,8ª y10ª.
A partir de los acentos identificadores más característicos, estos tienen unas formas principales que a su vez desarrollan según su acentuación rítmica más o menos prolongada en subformas adjetivadas como, puros, cortos, plenos, largos o vacíos y sus ritmos son claramente identificables por la posición del primer acento de sus versos. Para la clasificación del soneto se debe tener en cuenta la total acentuación de todos sus versos, así que la falta de una acentuación en un único verso desmerita y no contabiliza a la hora de la clasificación del soneto. A un soneto que contenga por ejemplo, todas las acentuaciones en 2ª, 6ª y 10ª, se le denominará “soneto heroico puro”, aunque algunos de sus versos puedan tener otras acentuaciones añadidas en 4ª “heroico corto” o en 4ª y 8ª “heroico pleno”, etc.
El patrón acentual de los endecasílabos, es:

Común, acentuación principal en 6ª y preceptiva acentuación estrófica en 10ª
Sáfico, acentuaciones principales en 4º y 8º y preceptiva acentuación estrófica en 10ª
Horaciano, acentuaciones principales en 4ª, 6ª y preceptiva acentuación estrófica en 10ª
Se distinguen dos tipos secundarios por la presencia de un acento complementario tras el primer acento identificador:
Común binario - con acentos en 6ª, 8ª y 10ª
Sáfico binario - con acentos en 4ª, 6ª, 8ª y 10ª

Endecasílabo mixto o polirrítmico 
La gran mayoría de las composiciones en endecasílabos son polirrítmicas o mixtas, es decir, mezclan dos o más de los patrones acentuales, el uso principal de la acentuación rítmica, recaen en la 6ª y/o 4ª y en 10ª sílabas, a partir de aquí y dentro de este tipo de ritmo todas las acentuaciones se combinan entre sí, lo cual unido a la diversa distribución que pueden tener los acentos accidentales, hace del endecasílabo el verso por excelencia en variedad de cortes y riqueza de ritmos.
Nunca se deberán mezclar entre estrofas de un poema mixto, los ritmos indicados con acentuaciones en 5ª y/o 7ª sílaba. 

Endecasílabos menos usuales
Y como en otros órdenes gramaticales a veces ocurren, en este tipo de versificación también existen formas extrañas, sobre todo por su inusual uso; como sostienen alguno de los estudiosos como, Pedro Henríquez Ureña, Rudolf Baehr, José Domínguez Caparrós, Francisco Redondo Benito o Tomás Navarro Tomás entre otros, y que aluden a que el oído no está adaptado a su sonoridad no tanto por su anti-rítmica acentuación si no por su inusual utilización. Lo más frecuente es que de un sistema lingüístico no estén habitualmente en uso todas sus posibilidades, sino que algunas al ser raras “queden fuera de la norma” que delimitan las posibilidades usuales de un esquema. Así Caramuel en sus primeros estudios y tratados de métrica no contemplaba las variables arrítmicas y en los posteriores se refiere a su excepcionalidad. Al hablar de los versos que tienen el último acento en la décima sílaba y que él llamaba decámetros, establece hasta once tipos acentuales, en ninguno de los cuales se prevé la acentuación en quinta, en séptima o en novena sílaba. Como sostiene Rubén Benítez en su estudio sobre el endecasílabo, tal métrica si se hubiera en su momento practicado, actualmente estaría reconocida como usual.
Continuando con el paralelismo, del mismo modo que un hablante tiende a preferir unas posibilidades normales a otras a emplear, según las ocasiones, el entorno, etc., lo propio cabe que haga el versificador con las posibilidades del esquema, por ello lo que en un principio un inadecuado uso aleatorio de acentuaciones arrítmicas dan una fea sonoridad al poema, el uso medido y completo en un soneto de este tipo de acentuaciones no solo es correcto, si no que su ritmo puede resultar melodioso y cantarín, como por ejemplo ocurre con la acentuación dactílica o también llamada de “gaita gallega” por su similitud en la entonación.
Estos tipos de sonetos menos usuales son:

Endecasílabo dactílico: acentos en 1.ª, 4.ª,7.ª y 10.ª
Endecasílabo galaico: acentos en 5.ª y 10.ª

Los acentos arrítmicos caen sobre las sílabas impares:1-3-5-7-9. Y los acentos anti-rítmicos, poco o nada recomendables en su uso, son los que recaen en acentuaciones contiguas:
El de la 5ª antes de la 6ª
El de la 3ª antes de la 4ª
El de la 7ª antes de la 8ª

La musicalidad del endecasílabo se basa tanto en la combinación de cláusulas cuaternarias y binarias tras el primer acento identificador, como en las expresivas variaciones de su inicio.
Esta combinación de cláusulas heterogéneas adecuadamente distribuidas sirven para la creación de los endecasílabos y cualquier otra forma de versos de arte mayor, siempre y cuando se siga el ritmo que en cada momento se requiere.
Los poemas que mantienen en todos sus versos constantemente un mismo ritmo homogéneo en todas sus cláusulas consiguen una musicalidad característica cuando se usan un mismo, modo binario o cuaternario, para  ejemplo este soneto dodecasílabo anfíbraco donde se usa una sílaba tónica entre dos átonas.

El carrusel

Su imagen transporta a los tiempos lejanos
de aquellos momentos de trotes discretos
alzando a caballos a barras sujetos
y a barras sujetan pequeños sus manos.

Con giros continuos alegres y ufanos
los niños galopan veloces e inquietos
y al viento lanzando pueriles secretos
gozosos cabalgan en potros mundanos.

La vida que corre con fin natural
nos lleva sus vueltas cual fiel carrusel,
comienza deprisa parando al final

y sigue girando sujeto al corcel,
sabiendo que nada se ya inmortal
el hombre que quiso volver a doncel.

A partir de aquí se abre un amplio abanico de posibilidades para el uso del verso endecasílabo, conjugando su versatilidad en un tipo de versificación más concreta. 
Con el tiempo se terminó imponiendo como poema más usual el soneto de dos estrofas de cuatro versos a modo de “cuartetos” de rima (A-B-B-A / A-B-B-A) o a modo de “serventesios” de rima (A-B-A-B / A-B-A-B) y dos estrofas de tres versos a modo de “tercetos” de rimas más usuales (C-D-C / D-C-D), (C-D-E / C-D-E), (C-C-D / C-C-D), (C-D-D / C-D-D), etc. Con estos patrones se pueden hacer una docena de formas de rimas.
Aunque ya hemos visto por referencia de algunos estudiosos o autores, que se aprecia en su estructura una rigidez que hace que su evolución no altere en exceso su forma y modo, la realidad y el tiempo ha demostrado que el soneto se adapta a los usos y a las costumbres y su evolución es continua aunque ajustada a su esencia.

Modos y modelos de ritmos en los sonetos
Para clasificar un soneto endecasílabo, como ya he comentado con anterioridad, se debe tener en cuenta en su conjunto la uniformidad de las acentuaciones, esto significa que todos sus versos sostendrán la misma acentuación con independencia de los acentos secundarios o accidentales.
Una vez vistos los patrones acentuales, la composición de los sonetos de versos endecasílabos se puede realizar según la siguiente clasificación que tiene en cuenta el orden de las sílabas con acentuación principal, identificadas en cada ejemplo para más clara comprensión:

Sonetos endecasílabos tradicionales
Ritmo heroico. Su ritmo es llano, equilibrado y uniforme y tiene una gran riqueza eufónica.

Heroico puro, propio, (Trocaico) 2º, 6º, 10º

Quisiera en conciencia yo decirles

Quisiera con conciencia yo decirles
que algunas de las dudas razonables,
a todos los profetas intachables
ninguna pudo casi redimirles.

De aquellos que pudieron impedirles
sus actos a los hombres despreciables,
se hicieron sus doctrinas adaptables
a ovejas comedoras de sus sirles.

Humanos nos llamamos complacientes,
creyendo que engañamos a Caronte
haremos que los actos nos acusen.

Miramos a los lados como ausentes
queriendo proteger el horizonte
de males que a nosotros nos excusen.

Heroico pleno, (Yámbico) 2º, 4º, 6º, 8º, 10º

El don de soñar

Feliz soñando estaba un sueño un a
que quise hacer la noche eterna sueños,
pensando que eran sueños muy risueños
soñaba mientras tanto el sol saa.

Despierto pude ver que el mundo haa
cambiado y turbios tiempos se hacen dueños
de todos esos sueños más pequeños,
queriendo ser el bien que al mal vena.

El sueño tiene forma extraña al huir
del acto incluso incierto a tal ficción,
haciendo sea más un fin dormir.

Pregunto entonces presto tal razón.
¿Si el sueño debe ser su fin morir,
dormir entonces puede ser un don?

Heroico corto 2º, 4º, 6º, 10º

El paso del tiempo

La noche nunca debe postergar
al alba siendo real e inexorable
haciendo cierto cuando inapelable
el a acaba y vuelve a comenzar.

El tiempo es don que puede que al pasar
oculte al sino fiel e irremediable
por ello y aunque fuera incuestionable,
¿se la vida un simple y puro azar?

La noche trae oscuro transitar
con sueños de una sombra interminable,
que fluye mientras llega el despertar.

El a asiste benévolo y amable
y queda justo solo imaginar
que pasa lento siendo inalterable.

Heroico largo 2º, 6º, 8º, 10º

Amor fugaz

Llegaste con aquella noche oscura
bajando como un astro desde el cielo,
haciendo que la luz rompiera el hielo
tocaste con tus rayos mi alma impura.

Me diste con tu amor mayor ternura,
me amaste con ardor y mucho anhelo;
soñando con tu arrullo sendesvelo
y pienso... no es verdad, se ventura.

De pronto, su fulgor se fue en la noche
y el brillo de la estrella se marchó
cerrando con su adiós un bello broche.

Prendido en el deseo ardor de,
pasión que con amor quedó en derroche
aquello que a la postre al fin marchó.

Melódico puro o propio clásico 3º, 6º, 10º

Que la luz de su amor me ilumine

Que se oculten los astros del cielo
si notara que queda distante
tu sentir de consorte o de amante
y que agranda mi dicha y mi anhelo.

Que me traiga la noche el desvelo
si me siento en mis sueños errante,
como un beso que queda distante
y al que en tiempos de insomnios apelo.

Con la luz de tu risa ilumines
mis momentos de incierto futuro,
con tu estela mi ser contamines.

En su ausencia me siento inseguro
si camino por estos confines
sin sentir a mi amor, os lo juro.

Melódico largo 3º, 6º, 8º, 10º

Ambición

La ambición es virtud que al justo place
al buscar con ahínco, anhelo y sueño
insuflando pasión y mucho empeño
en lograr la ilusión que en él subyace.

Vanidoso y mezquino siempre hace
que al lucrarse con ruin y gran desdeño
el avaro sabrá que es siempre dueño
del esfuerzo y moral que de otros nace.

Su virtud es ya solo fiel quimera
que refleja el oscuro y vago instinto
de ambiciones que el parco siempre espera.

Al saber que se por todo extinto
el humano que el bien y el mal hereda,
ya quisiera que fuera el fin distinto.

Ritmo sáfico

El ritmo sáfico se empleó durante la Edad Media en mayor medida, en composiciones de carácter religioso, junto con el senario yámbico.

Sáfico corto a la francesa 4º, 6º, 10º

Petulancias

La prepotencia pone condiciones
para cambiar las formas a virtuosas,
entre su fuero lleva codiciosas
las ambiciosas claras pretensiones.

Al esconderse oscuro y con sus dones
como razones siempre poderosas
son sus proezas puede tan valiosas
que los mayores sueños y ambiciones.

Al regalar desprecio el engreído
se otorga larrica victoria
en jactancioso duelo pretendido.

Al envolver la farsa entre su gloria
se pensa por ello ha conseguido
con su virtud quedar hasta en la historia.

Sáfico corto pleno 1º, 4º, 6º, 10º

Pobres argumentos

Vagan discretos gubres los as
de hechos inciertos más que repudiados,
presos por mentes turbias y vaas,
negros momentos fueron olvidados.

Esos humanos, ánimas imas,
secan sus ojos tristes y cansados
alzan sus manos lidas y frías,
piden al cielo purguen sus pecados.

Otros harán que al fin se desvanezcan
tantas historias sucias y olvidadas,
hechos infaustos bregos momentos.

Puede que entonces ellas nos parezcan
formas discretas, simples, casi honradas,
reglas no escritas, pobres argumentos.

Sáfico puro a la francesa 4º, 8º, 10º 

Su especial mirada

Cuando el dolor se te incrustó en su herida
en la distancia se borró el camino,
porque el sufrir de quien que vencida
sobre la pena le marcó el destino.

Arrastra su corazón dolida
y lleva con pena un triste sino,
mientras que viva lacerante herida,
acompañada del dolor divino.

Desde el amparo que pudieran darte
hasta el pesar se convirtiera en nada,
cuando la vida mientras quede aparte

si no es con una reflexión callada
entre tus sueños te querrá velarte,
con su sonrisa y su especial mirada.

Sáfico puro pleno 1º, 4º, 8º, 10º 

Soneto al disco de vinilo

Discos de negras y surcadas caras
tienen en formas de vinilo ajado
dentro de fundas de cartón pintado
gicos ritmos y eufoas claras.

Gira el grafono con voz solemne
y ese periodo que plas pasado
quiso quedar entre la faz tatuado,
siendo el silencio su testigo indemne.

Todas aquellas meloas vieron
notas dejadas entre tantos dones
siempre quisieron renacer sus sones.

Formas continuas de sonido hicieron
nuevas maneras de escuchar canciones
esas que guardan con su voz pasiones.

Sáfico pleno 1º, 4º, 6º, 8º, 10º

Soneto otoñal

Luna naciente, blanca, oscura y fría,
llega entre alguna nube gris inerte
y hace que se haga mucho más presente
otro otoñal aciago y negro a.

Lluvia perpetua al cielo azul cubría
toda su fuerza innata más frecuente
y ese caer continuo al ser corriente
quiso esconderse cuando el sol saa.

Pasa el verano suave, muy silente
y esa liviana fronda al fin traía
otra estación con ocre y rojo ambiente.

Siempre que el tiempo solo seguía
y aunque del árbol quede la hoja ausente,
puede el otoño traiga luz tara.

Sáfico largo 4º, 6º, 8º, 10º

Cuando se quede sola el alma

Cuando nos quede pura el alma alada
aunque el destino siempre es presente,
cuando se vea el fin llegar doliente,
nuestro poder se i con rumbo a nada.

Y aunque la vida sea fiel aliada
y entre la suerte adversa es patente,
nuestro pasado queda muy silente,
sobre ceniza muerta y luz dorada.

Puesto que el tiempo pasa y deja instantes
a quienes quieren pronto al fin llegar
hacia destinos más que nada errantes.

Mientras nos quede sol podrá esperar
durante eternas noches más distantes,
nuestra manera  fiel del ser vulgar.

Sáfico largo pleno 2º, 4º, 8º, 10º

Soneto al David de Miguel Ángel

Estatua en mármol de Carrara altiva
expone blanca su silueta hermosa
y se alza regia entre su forma airosa
con toda su alma en pedestal cautiva.

Imagen recia que al posar lasciva
nos muestra toda su belleza ansiosa
por ser formal escultural y ociosa,
la efigie pura de expresión tan viva.

Al ser la talla singular forjada
con fiel cincel en magistral criatura,
labró al monarca como al gran profeta.

El tiempo quiso que en la plaza alzada
quedara la otra varonil figura
de aquel magfico escultor y esteta.


Enfático puro, dáctilo-trocaico 1º, 6º, 10º

Cinismo

Se alza sobre las ruinas el murmullo
propio de los mayores desengaños,
esos que para aquellos con los años
fueron los precursores del chanchullo.

Solo ya les quedaban el orgullo
sucio por la evidencia y los engaños,
hechos que nos taparon con apaños
y otros cuantos conceptos que no incluyo.

Dejan entre proclamas y alharacas,
tonos peyorativos y un perfil,
mientras que sus decencias son opacas.

Puede que la ambición aunque sutil
haga que la razón de las urracas
sea como guarida de un reptil.

Sonetos endecasílabos polirrítmicos: son los que mezclan dos o más de los patrones acentuales anteriores.

Encuentro inolvidable

Aquella tarde de un otoño frío
estabas muy radiante y luminosa,
brillabas como estrella esplendorosa
allá por el oscuro cielo umbrío.

Tus rayos fueron todo un desao
y de una forma un tanto cautelosa
prendió la llama en alma misteriosa
quedando ardiente aquel lugar sombrío.


Recuerdos llegan hasta nuestros as,
nostalgia de un momento memorable
de aromas dulces llenos de ambroas.

Amor es causa y don irrenunciable
que lega como aval de garanas,
las dichas del encuentro inolvidable.

Sonetos endecasílabos irregulares con acentuaciones antirrítmicas.
Los acentos antirrítmicos, son los acentos prosódicos situados en posición inmediata a un acento rítmico, implican una elevación del tono que se presenta junto a la del acento rítmico, que en esas condiciones deja de estar rodeado de sílabas con un tono más bajo. Antonio Quilis hace referencia a ellos de una forma muy clara:
«El término antirrítmico, como los demás, solo se refiere a una determinada situación de las sílabas acentuadas, no indica una falta contra la estética del verso; como todos los recursos de la versificación, este acento antirrítmico se justifica cuando se usa para conseguir un efecto estilístico»
Es indudable la capacidad expresiva de esos acentos que concurren inmediatamente al acento necesario o a los acentos identificadores. De hecho, son susceptibles de producir efectos estilísticos admirables cuando son utilizados por los grandes poetas. Sin embargo, su naturaleza ha sido motivo de debate y discrepancia entre expertos.
En cualquier caso, al margen de la repercusión que el acento antirrítmico pueda tener en la curva tonal, se admite universalmente su función expresiva, pero se excluye que pueda jugar algún papel en el establecimiento del patrón acentual.
En estos tipos de estructuras es obligatorio utilizar la misma acentuación en todos sus versos, por razones lógicas de afonía.

Dactílico puro 4º,7º, 10º

Sobre el arte de componer poesía clásica

Desde que llega la musa del arte
la inspiración nos ampara con versos,
aunque quedaran los estros aparte
encontrarías motivos diversos,

como la forma mejor de escribir
cuando las letras nos nacen del alma,
mediante aquello que dicta el sentir
de la cabeza a la pluma y con calma.

Puesto que nunca el esfuerzo es en vano
cabe pensar que el ingenio en poema
le germi al poeta en la mano.

Pero al seguir un patrón y un esquema
sobre el soneto quedaa ufano,
hasta el mejor refinado fonema.

Dactílico corto 2ª, 4ª, 7ª, 10ª

Soneto de la araña y la mosca

La araña es pertrechada en su nido,
paciente espera se pose a merced
la nimia mosca de vuelo atrevido
que va imprudente derecha a su red.

El til díptero ingenuo, perdido,
po su cuerpo en la firme pared,
en donde el pobre se adherido
y así el arácnido sacia su sed.

Tejiendo i preparando la intriga
sus fauces pueden sorber al insecto
que incauto vuela al destino incorrecto.

Aquel que el libre albedrío prodiga
y el aire le hace al surcarlo perfecto,
¿sabrá que el fin es porción de un trayecto?

Dactílico pleno o de gaita gallega 1º, 4º,7º, 10º

Reconciliación

Junto a recuerdos de tristes momentos
medran aquellas ideas pasadas
llegan silentes vagando apenadas,
hechos profundos remueven cimientos.

Esos que atrás nos dejaron lamentos

llenos de ilusas razones frustradas,
hay en la historia lagunas heladas
muchos instantes inanes y cruentos.

¡Cuánta miseria quedó enmohecida!
¡Cuánta injusticia nos deja el pasado!
Ese rencor enquistado, no olvida.

Aunque en el tiempo lejano ha quedado
nunca podrá sanearse la herida,
mientras que no haya la llaga cerrado.

Acento, extrarrítmico enfático 1º, 5º, 7º, 10º

Dualidad

Erase quizás un mundo imperfecto
lleno de ladrones, golfos y avaros,
tanta saciedad no mira en reparos
eso casi siempre invoca al abyecto.

Erase también un mundo correcto
donde los poderes eran preclaros
aunque los humanos seres tan raros
hacen nuestro mundo sea imperfecto.

Siempre en la elección de tal dualidad
solo media la simple conciencia,
esa que despierta más voluntad.

Pero como el hombre es pura apariencia,
siempre que le busquen toda verdad
pueden encontrarle mal e indolencia.

Sáfico inverso 1º, 6º, 7º, 10º
Según algunos estudiosos del endecasílabo y como ya se ha comentado con anterioridad sesgadamente, las acentuaciones “antirrítmicas” o también llamadas “raras” no son en la mayoría de las veces como se las ha denominado históricamente, poco usuales, como se indica a continuación en este breve resumen sobre: ENDECASÍLABOS CON ACENTOS EN 6ª Y 7ª SÍLABAS, de Miguel Ángel Márquez Guerrero.
El estudio del endecasílabo con acentos en 6ª y 7ª sílabas permite abordar el problema que plantea la secuencia de dos acentos consecutivos en un verso silabo-tónico. Se trata de un fenómeno métrico que los poetas canónicos han sabido utilizar como recurso expresivo. Por otra parte, el análisis de las curvas de tono demuestra que la tonicidad relativa de las sílabas 6ª y 7ª no está prefijada, y podemos encontrar un tono más alto tanto en una como en otra sílaba. Por último, la secuencia de los dos acentos facilita que el verso se realice y se oiga como un verso con dos hemistiquios.

Soneto a Víctor

Brilla con su expresiónbella y arcana,
única, natural, tierna y gentil,
íntegra de emociónclara y cercana,
de alma tan especial, dulce y pueril.

Es contra la razón regla que gana
toda la excepcional forma sutil,
hizo que la pasión fuera liviana
dándonos su jovial aire infantil.

Siempre nos quedará santo y ungido
aunque en su dormitar pueda tener
manta que vela sueño perdido.

Nunca abandonará libre su nido
hecho para abrigar límpido ser,
¡Quién te cobija hijo querido!


Galaico antiguo 5º, 10

Conclusiones descabelladas

Cuando las virtudes fundamentadas
en sus cualidades, son intimistas,
con los resultados positivistas
nos resultaan inesperadas.

Pues, mediante aquellas infortunadas
elucubraciones protagonistas,
son a la sazón exhibicionistas
con sus conclusiones descabelladas.

Ante cuyas formas extravagantes
contra los que ven entre sus razones
sus procedimientos concomitantes,

como los que buscan entre sus dones
las complicidades determinantes,
al manipular nuestras decisiones.

Italiano puro (Dactílico) 7º, 10º

Falacias

Cuando con despotismo fingieron
quienes la moralidad despreciaban,
entre sus exhibiciones dejaban
lo que sus contradicciones hicieron.

Porque con inhibiciones dijeron
que entre las precariedades nos daban
lo que a las adversidades quitaban
y que con desfachatez nos vendieron.

Y aunque con proposiciones banales
mediante sus paradojas sepultan
la responsabilidad de sus males,

mientras, con sus intenciones ocultan
que entre los rompecabezas morales
a nuestras inteligencias insultan.


Otros tipos rítmicos de acentuación
Uso de las palabras inacentuadas, atonas o clíticas según su situación en el verso.
Al escribir un verso conteniendo acentos rítmicos esenciales es importante que dichos acentos no recaigan en palabras consideradas inacentuadas, átonas o clíticas, pues éstas carecen de sílaba tónica, por lo que se unen, a efectos de pronunciación a la palabra tónica que las sigue o a la que las precede, formando con ella un grupo acentual.
Llamadas también o más propiamente de acentuación débil, por lo general cumplen funciones accesorias de relación sintáctica.
A veces una palabra átona, pudiera recibir un acento rítmico por la imposibilidad en castellano de pronunciar seguidas cinco sílabas átonas. Esta imposibilidad fonética de encadenar cinco sílabas átonas en castellano, se encuentra documentada y razonada en el "Manual de versificación española" de Rudolf Baehr, Editorial Gredos, edición de 1970, quinta reimpresión de 1997. Rudolf Baehr sigue los esquemas métricos de Navarro Tomás, y en la página 139 de la obra citada y en relación con los endecasílabos dice:
"Por el carácter de la acentuación española, otro acento tiene que caer en una de las cinco sílabas comprendidas entre la cuarta y la décima, aunque por su condición morfológica resulten, en teoría, átonas;".
Es decir, aunque todas las sílabas sean átonas, la fonética de su elocución creará un seudo-acento para descargar el necesario énfasis, ya sea en el lenguaje poético, ya sea en su elocución en prosa.

Parece ser que esa necesidad de un seudo-acento, la menciona Baehr en varios lugares del texto citado, aunque no queda clara la 
teoría fonética que el autor tiene en mente para tal aserción, no obstante se puede comprobar que en la práctica de la composición cuando aparecen secuencias de ese tipo, se puede observar claramente en el recitado, que su fonética funcionaba adecuadamente.

Esta norma de palabras átonas o no acentuadas, se basaría exclusivamente en la formación del poema,(estructura), ahora bien, musicalmente, una palabra átona se puede convertir en tónica siempre y cuando esté bien anclada o puesta en el verso, como a continuación se intenta demostrar, en estas estructuras:

Inusual con acentuación en palabra clítica en 6ª (2º, 4º, 10º)

Soñar

Si busco el sueño cuya voluntad
se queda yerta sobre lo que quiero
entonces pienso desde la ansiedad
que tengo mucho para lo que espero.

Si escondo todo tras la dignidad
y aquella norma en contra de mi fuero,
podría entonces con tranquilidad
pasar por prócer ante el mentidero.

Soñar enseña como has de salir
de tantos males aunque no sin suerte,
por tanto sueña para subsistir.

Quien busca vida en contra de la muerte
sabría entonces cuanto ha de invertir
en algo incierto, cuando se despierte.

Inusual con acentuación palabra clítica en 6ª (1º, 3º, 10º)

Banalidad frente a quimera

Deja aquello que trala necedad
nunca esperes durante lo que vieras
pues las gicas desde la frialdad
llegan simples y aunque no lo quieras.

Vete entonces adonde la equidad
haga de todo cuanto comprendieras.
Tales huellas si es por tu voluntad
solo búscalas hasta que creyeras.

Sigue aquello hacia donde la ansiedad
deja dudas de cuando no pudieras
ir delante o en contra la verdad.

Puede entonces que para las sinceras
formas dúctiles entre vaguedad
sean seras hasta las quimeras.

Propio vacío puro, italiano o común 6º, 10º

Decididas aventuras

¿Dónde les quedaran las ilusiones
a quienes se dejaron la esperanza
entre la omnipresente desconfianza
y vuestras miserables sinrazones?

Cuando con indecentes pretensiones
las que prometean en confianza
con la especulación y su bonanza,
nos engatusaan con “lecciones”.

Y como en un camino sin final
a los desheredados les conducen
entre la impunidad y sus locuras.

Contra lo que se diga en lo esencial,
con su perversidad si nos inducen
a nuestras decididas aventuras.

Propio vacío largo 6º, 8º, 10º

Compromiso

Entre la displicencia nunca dar
si contra la perspectiva es adversa
la honorabilidad quizás diversa
de la moralidad que no es de fiar.

Si 
con las esperanzas pudo crear
en contra de su forma más perversa,
cuando se transmutase en cara inversa
con la contradicción pod dudar.

Entre inmovilistas rancios y carcas
o los agitadores más extremos,
se justificarán al ser poliarcas.

Si los que todaa aún queremos
con nuestra sensatez quitar jerarcas,
mediante compromisos bien podemos.


MODOS Y ADORNOS  

Soneto acróstico
De los diferentes adornos que se usan en la poesía uno de los más complicados si se quiere conseguir un aceptable soneto, es el uso del "acróstico", la forma más usual de hacer un acróstico es usando el comienzo de cada uno de los versos, en estos casos se suele optar por la forma arcaica donde se comenzaban cada verso con mayúscula, tocase, ortográficamente o no, yo soy más partidario de hacer referencia del carácter de dicho adorno o marcar la primera letra con negrita u otro color diferencial, en este ejemplo la identificación es según la primera opción mencionada:

Soneto a Hiendelaencina

Honroso expone al pie de la montaña
Innumerables glorias del pasado
El lugar que en sus tierras ha gestado
Nativo cual metal entre su entraña.

De su leyenda al pueblo le acompaña
Entre piedra y pizarra que han quedado
Las minas de argentífero legado,
Al ser las más fructíferas de España.

El pasado y la historia nos dejó
Numerosas herencias de un ayer
Construcciones que el tiempo abandonó.

Imágenes de tal acontecer
Nos dicen cuándo y cómo comenzó,
Aquel intenso y rico renacer.

Soneto con estrambote
El estrambote es un verso o serie de versos que se añaden al soneto por regla general para destacar con sarcasmo el contenido del poema, aunque no siempre se usa el estrambote como su palabra indica (estrambótico). En el soneto el estrambote suele estar formado por un pie quebrado heptasílabo rimado con el 14º verso y un pareado.

Sugerencias para hacer un soneto

Si un soneto pretendes componer
y melódicos versos recitar,
deberán al unísono sonar
los prosódicos ritmos al leer.

A Quevedo preciso es conocer,
al ingenioso Lope recordar,
al insigne Cervantes admirar
y la rosa de Gongora has de oler.

Los cuartetos expresan el sentir
del poema con todo el esplendor
que la lírica otorgue en su decir.

Los tercetos terminan la labor
si al cerrar se lograra describir,
el concreto resumen del autor.


Para ser trovador,
no combines las rimas al albur
ni te habitúes mucho al calambur.

Soneto Ingles o también llamado Shakesperiano
El soneto inglés es una variante del soneto desarrollada en Inglaterra (su invención se debe a Henry Howard, conde de Surrey). Se denomina también soneto shakesperiano, por haber sido William Shakespeare su más emblemático cultivador en inglés. Su estructura es la siguiente: ABAB, CDCD, EFEF, GG(es decir, tres serventesios y un dístico o pareado final).

Tempus hibernum

Tiempo invernal nos deja su derroche,
lúgubre, triste, tenue, casi umbrío,
nace silente oculto entre la noche,
siempre que escarcha llega el día frío.

Cubre paisajes blancos por las nieves,
cumbres, ciudades, prados y los valles,
quedan pintados grises aunque leves
todas las formas visten sus detalles.

Soplan del norte, gélidos los vientos,
hechos que hicieron cambios en la historia,
luces y sombras guardan los momentos
de este caduco mundo sin memoria.

Siempre que alumbra el Sol hasta en el cielo
hace a los ciclos traigan el deshielo.

PARA TENER EN CUENTA, EN LA CONSTRUCCIÓN DE LA MÉTRICA Y DEL RITMO

A continuación se exponen una serie de normas a tener en cuenta para la correcta construcción de la métrica de los versos, en concreto y por lo que concierne del soneto de verso endecasílabo, para lo que me he valido de un excelente trabajo realizado por los poetas y expertos en el arte de la poesía clásica, Luis Estoico y Ricardo Linares.

Para el buen uso y construcción del ritmo interno que todo verso endecasílabo debe llevar, se deben de considerar las posiciones de cada una de las sílabas tónicas o átonas de cada uno de los versos por ello a continuación expongo las principales palabras átonas o clíticas a tener en cuenta a la hora de componer el soneto, además de las palabras átonas que según la forma y uso en la oración pueden cambiar a ser palabra acentuada. El resto de palabras no clíticas (con acentuación en alguna de sus sílabas) siguen las normas gramaticales de la acentuación en el sonido fuerte de la declamación de cada palabra.

PALABRAS ÁTONAS
Voces inacentuadas a considerar a la hora de crear los ritmos internos del verso:

ARTÍCULOS DETERMINANTES:
El, la, los, las, lo

PRONOMBRES PERSONALES:
Me, nos, te, os, lo, los, la, las, le, les, se

PRONOMBRES POSESIVOS ANTEPUESTOS AL SUSTANTIVO (apocopados o no):
Mi, tu, su y sus plurales,
nuestro, vuestro y sus femeninos y plurales.

PRONOMBRES RELATIVOS (no interrogativos ni exclamativos):
Que, quien, quienes,
cuyo, cuya y sus plurales,
cual, cuales (cuando sean correlativos de «tal» o equivalgan a «como»).

ADVERBIOS RELATIVOS (no interrogativos ni exclamativos):
Como, cuando, do, donde, adonde, cuan, tan,
cuanto, cuanta y sus plurales (cuando equivalgan a todo/a/s lo/la/s que, sean correlativos de tanto y tan o precedan a más, menos, mayor y menor).

OTROS ADVERBIOS INACENTUADOS:
Casi (cuando preceda a «siempre» y «nunca»)
Más (cuando en sumas sustituya a «y»)
Medio (cuando equivalga a «casi»)
Menos (cuando en restas sustituya a «y»)

PREPOSICIONES SIMPLES
(excepto «según»):
A, ante, bajo, cabe, con, contra, de, desde, durante, en, entre, hacia, hasta, mediante, para, por, sin, so, sobre, tras, versus, vía.
Pro (añadido por algunos gramáticos).

CONJUNCIONES:

Aun cuando, aunque, como que, como si, conque, cuando, en cuanto (que), luego, mas, mientras, ni, o (u), pero, porque, pues, pues que, puesto que, que, si, sino, supuesto que, y (e).

TÉRMINOS INCLUYENTES Y EXCLUYENTES:

Aun (cuando equivalga a «hasta»), excepto, hasta, incluso, menos, salvo.

EL INDEFINIDO
«cada»:
Pierde acentuación en su calidad distributiva y ante el sustantivo «vez» y los pronombres «cual» y «uno».

LOS INDEFINIDOS PLURALES
«unas, unos»:
Son inacentuadas cuando sirven para dar valor aproximativo, sin énfasis, a la cantidad a la que preceden:

FÓRMULAS DE TRATAMIENTO UNIDOS A UN NOMBRE:
Don, doña, fray, frey, san, sor,
santo, santa y sus plurales.

FÓRMULAS DE TRATAMIENTO EN LOCUCIONES DE USO VOCATIVO:
Pierden su acento ordinario las palabras «señor, señora, señorita, padre, madre, hermano, tío, tía» usadas como formas de tratamiento en locuciones con vocativos.
Por el contrario, se acentúan cuando la invocación toma cierto carácter enfático o cuando, sin dejar de ser formas de tratamiento, van en frases de uso no vocativo:

PRIMER ELEMENTO DE LOS COMPUESTOS:

1) Nombres de pila: José Luis, Juan Pablo, María Luisa, etc.
2) Numerales: tres mil, veintidós mil, etc.
3) Poblaciones (siempre y cuando no se interponga entre ambos términos una preposición o artículo): Ciudad Real, Puerto Rico, etc.
4) Determinados sintagmas como los formados con los adverbios «arriba» y «abajo»:
Patas arriba, boca abajo, cuesta arriba, calle abajo, río arriba, monte abajo, panza arriba, etc.
5) Vocativos en expresiones cortas de cariño o reproche, donde pierde acentuación cualquier nombre, sustantivo o adjetivo que ocupe el principio de la invocación: ¡buen hombre!, ¡mala lengua!, ¡gran pícaro!, ¡Dios mío!, ¡cara de rosa!
6) En determinadas fórmulas apelativas aisladas por pausas es frecuente que la primera palabra pierda su acento de intensidad:

Muchas de estas palabras inacentuadas se combinan entre sí en grupos o contracciones sin perder por ello su naturaleza prosódica:
Al, del, desde que, el que, en el, junto a, la que, mientras que, para con, para el, para que, por cuanto, por el, por entre, sin que, sino que, etc.

Campo
Esta palabra es inacentuada en la locución «a campo traviesa»

Quién
Pierde acentuación en la fórmula «quién más, quién menos»

PALABRAS ÁTONAS QUE SEGÚN SU USO SE VUELVEN TÓNICAS
Por el contrario, las voces normalmente inacentuadas se vuelven acentuadas en determinados contextos como:

Pronombres inacentuados
El pronombre inacentuado enclítico, o el último de ellos si son dos, puede experimentar incremento acentual tras de formas verbales imperativas, yusivas y exhortativas:

Pero
Cuando aparece ante pausa, con reforzamiento de su sentido adversativo:

Por
Cuando se usa como pregunta elíptica o con entonación interrogativa.

Pues
Cuando se halla colocada entre dos pausas o formando oración interrogativa independiente

Mientras
Se acentúa ante pausa equivaliendo a «mientras tanto» o «entre tanto» :
Al párroco, mientras, había dejado de interesarle.
Acabad de arreglaros, mientras, terminaré esta carta.

Los relativos «cual» y «cuales» se vuelven tónicos cuando están determinados por el artículo:
El cual, los cuales, la cual, las cuales.

Mediante
Posee acento de intensidad en la fórmula «Dios mediante»

Y
La conjunción «y» aparece con acento de intensidad en comienzo de oraciones interrogativas.

PARA TENER EN CUENTA, EN LA CONSTRUCCIÓN DEL VERSO SEGÚN LA LICENCIA DE LA SINALEFA

A continuación se exponen una serie de normas a tener en cuenta para la correcta construcción de la métrica de los versos y en concreto y por lo que concierne del soneto de verso endecasílabo, para lo que me he valido de un excelente estudio realizado por el poeta y experto en el arte de la poesía clásica, Eduardo León de la Barra.

A estas normas se las denominan licencias, debido a que no existe una unificación de criterios claros tanto del uso de la sinalefa, como del hiato o incluso de la sinéresis, pero si se puede tener un uso bastante acertado siguiendo las mismas. Más adelante veremos algunas de las excepciones por las que no se consideran estas normas una ciencia exacta:

Sinalefa
La sinalefa, es la unión de los sonidos de las vocales de un verso en una única emisión de voz, o sea en una sílaba rítmica. En una palabra terminada en vocal, que es sucedida por una palabra que comienza en vocal se podrá aplicar la norma según donde recaiga el golpe de voz de la unión de ambas, por lo tanto la mejor forma de comprobar dicha licencia es la declamación en voz alta del verso.

Hiato
El hiato, es la pronunciación de los sonidos de la unión de las vocales en dos emisiones de voz, o sea en dos sílabas rítmicas. Decir que hay hiato, es lo mismo que decir que no hay sinalefa.

Orden de las vocales según su valor prosódico

El orden alfabético de las vocales es:
a – e – i – o - u

Pero a efectos de su estudio, se les han dado a las vocales un orden jerárquico en cuanto a su valor prosódico, yendo de la más fuerte, abierta o dominante a la más débil y absorbible o cerrada.
a – o – e – u – i

Las tres primeras, se denominan fuertes, llenas o abiertas, (a – o – e)
Las dos últimas, se denominan débiles o cerradas (u – i)

1) Cuando la primera sea más abierta que la segunda.
2) Que la segunda sea más abierta que la primera.
3) O que sean las dos vocales iguales.
O sea que las alternativas son para el 1º caso:
a-o; a-e; a-u; a-i; o-e; o-u; o-i; e-u; e-i; u-i
Además, se pueden dar cuatro casos:
Ninguna de las vocales acentuadas..…...SINALEFA
Las dos vocales acentuadas…………......HIATO
La primera de las vocales acentuada.....SINALEFA
La segunda de las vocales acentuada... .HIATO

O sea, que como norma general:
En pares de vocales (fuerte – débil)
Cuando la segunda vocal es no acentuada, hay SINALEFA
Cuando la segunda vocal es acentuada, hay HIATO

Para el 2º caso: (débil – fuerte)
o-a; e-a; u-a; i-a;
e-o; u-o; i-o;
u-e; i-e; i-u

Se pueden dar cuatro casos:
Ninguna de las vocales acentuadas..….......SINALEFA
Las dos vocales acentuadas…………..........HIATO
La primera de las vocales acentuada.....….HIATO
La primera de las vocales no acentuada....SINALEFA

O sea, que como norma general:

En pares de vocales (débil – fuerte)
Cuando la primera vocal es no acentuada, hay SINALEFA
Cuando la primera vocal es acentuada, hay HIATO

Para el 3º caso:
a-a; o-o; e-e; u-u; i-i lo mismo que el anterior
O sea, que como norma general:

En pares de vocales iguales
Cuando la primera vocal es no acentuada, hay SINALEFA
Cuando la primera vocal es acentuada, hay HIATO

REGLA SIMPLIFICADA
Acento en la débil.......................HIATO
Sin acento en la débil.................SINALEFA

La “h” con que empiezan algunas palabras,
impide la sinalefa cuando siguen las letras ue, uy, ie
de-hue-vo, le-huyo, me-hiere.

Las triples sinalefas o ternarias, se forman cuando la vocal del medio es más abierta que las extremas; ejemplo (o-a-E); nunca (a-u-e).
Además, tiene que cumplirse la regla de sinalefas entre 1ª y 2ª, y entre 2ª y 3ª vocales.

En el cuadro que se adjunta a continuación se contemplan las normas expuestas:

CUADRO DE SINALEFAS
Unión de vocales FUERTE/DÈBIL ACENTOS
O – O Ó – Ó Ó – O O – Ó









A/O A/E A/U A/I













O/E O/U O/I










SINALEFA HIATO HIATO SINALEFA
E/U E/I















U/I
















Unión de vocales DÈBIL/FUERTE ACENTOS
O – O Ó – Ó Ó – O O – Ó









O/A E/A U/A I/A













E/O U/O I/O










SINALEFA HIATO HIATO SINALEFA
U/E I/E















I/U
















Unión de vocales DOBLES ACENTOS
O – O Ó– Ó Ó – O O – Ó









A/A E/E O/O U/U I/I SINALEFA HIATO HIATO SINALEFA

Para terminar, la licencia de la sinalefa no se debe aplicar en dos particularidades:
Sobre la sílaba principal del verso en el caso que nos ocupa, el endecasílabo, en la 6ª sílaba, ni anterior ni posteriormente.
Sobre la anterior sílaba a la acentuación estrófica, en el caso que nos ocupa la 10ª sílaba.









Bibliografía
MIGUEL ÁNGEL MÁRQUEZ Universidad de Huelva: RITMO Y TIPOLOGÍA DEL ENDECASÍLABO GARCILASIANO Revista de Literatura, 2009, enero-junio, vol. LXXI, n.o 141, págs. 14-15, ISSN: 0034-849X
ANTONIO QUILIS,  Métrica Española, tercera edición. Colección Aula Magna. Ediciones Alcalá edición de 1975,
TOMÁS NAVARRO TOMÁS Métrica Española editorial Labor S.A. Barcelona 6ª edición 1983
RUDOLF BAEHR  Editorial Gredos, Manual de versificación española edición de 1970, quinta reimpresión de 1997
JOSÉ DOMÍNGUEZ CAPARRÓS,  Métrica Española. Editorial Síntesis, Madrid edición de 2006
JOSÉ DOMÍNGUEZ CAPARRÓS,  Diccionario de métrica española, Alianza Editorial, S.A., Madrid.  edición de 2007
LUIS ESTOICO. http://vademecum-poetico.blogspot.com.es/search?q=palabras+inacentuadas
Rhythmica, X, 2012 MIGUEL ÁNGEL MÁRQUEZ GUERRERO

William FERGUSON: La versificación imitativa en Fernando de Herrera, cit., p. 48