Sueños a la deriva

La apesadumbrada madre, salió por la escotilla en el mismo instante en el que la luz de un rojizo sol acariciaba el horizonte; fijando su rostro en el lugar donde su amado hijo estaba dispuesto y ubicado para la ceremonia.
Quiso pensar desde lo más profundo de su ser, que al menos él si alcanzaría su anhelada libertad entre las aguas del inmenso mar que habían surcado en busca de paz y bienestar. Con los ojos nublados por lágrimas saladas como las gotas del agua que acogía a su único vástago, sintió como se alejaba entre estelas de olas espumosas la sombra de todos sus recuerdos e ilusiones, mientras la brisa le dejaba un tierno beso en su mejilla.

Entre fugaces, quedan estelas en la mar
y como efímeras olas
se aleja todo sueño que rompe al empezar.
Al son de las barcarolas
bogando una embarcación
entre desesperación,
quedan viejos recuerdos y perdidos anhelos
en mares y desconsuelos,
que matan a la ilusión.



Antonio Nieto Bruna
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30-3-2017