Décimas a un crupier

Algún que otro referente
que su huella nos ha dejado
por aquello es admirado
aunque se sienta impotente.
Y piensa que es consecuente
seguir oculto ejerciendo
con ese aire de estupendo
que da en todos sus discursos
cosiendo con mil recursos
sus rotos con un remiendo.

Lo que hoy nos está vendiendo
desestimó en el pasado
y piensa que su legado
lleva siempre su refrendo.
Pues, cree que dividiendo
podrá volver con honores
y demostrar sus valores
a aquel que no fue su acólito,
y piensa sería insólito
que alguien no le echara flores.

Años y muchos errores
cubren a nuestras cabezas
y serán las indulgencias
aval de nuestros temores.
Siendo todos defensores
de intereses personales
sabemos que los morales
gratifican corazones
por ello son las razones
para curar nuestros males.

Tachan de actos inmorales
desde púlpitos altivos
o con sus actos pasivos
a los tratos especiales.
Y se sienten fraternales
en sus cuitas más sensibles
y después son inflexibles
cuando afecta a sus bolsillos
mientras hacen sus castillos
con arengas imposibles.

Y aunque somos invisibles
a los ojos de los ciegos
no caigamos en sus juegos
ni en sus formas irascibles.
Pues, sería muy terrible
que después de tantos años
nos volviéramos huraños
por un falaz interés
provocado por traspiés
de los propios desengaños.

Mis modales más que extraños
no se a veces controlar
pero si intento escuchar
al pastor y a su rebaño.
Pues, no siempre veo engaño
en lo que esconde su mente,
en lo que ve realmente
y en lo que ha de defender,
y aunque sea un gran crupier
a veces es prepotente.