Tarde de toros


Ante la inexorable dama
señora de nuestra angustia,
refugiarte en burladero
sin enfrentarte a tus miedos
no es lo más torero
ni lo que más te dignifica,

si salir a los ruedos
es un acto de valentía,
seria de mayor valía
al toro agarrar de los cuernos,

si te duermes en los laureles
o en los sueños de los justos,
y de pronto algún que otro disgusto,
te tocara torear,
no te acobardes y de frente,
con el estoque en la diestra
y la muleta en la siniestra
ve hacia ese toro,
que de frente te arremete.

en tu legado dirán
de tu vida imperfecta
tardes de gloria tuviste,
al ruedo valiente saliste
luciendo en algunas plazas
de diversas categorías
tu arte y sabiduría,
y en otras todavía
quedara por demostrar,

si quisieses alcanzar
la gloria que no has logrado
o aquella que has pensado,
porque a ti no te ha de llegar
torea en la Monumental,
corta las dos orejas
y en loor de multitudes
saldrás por la puerta grande,
a hombros de muchedumbre
dejando tu podredumbre
a la puerta del hotel,

pues siempre has de saber
que el éxito como la vida
de efímero paso es
y al final te has de ver
en la puerta de ese hotel,
esperando sin saber
la dirección que lleva
ese último ascensor,
si hacia el sol o a las tinieblas.

Antonio Nieto Bruna
Copyright©
5-7-2009



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