El don de soñar

Feliz soñando estaba un sueño un día
que quise hacer la noche eterna sueños,
pensando que eran sueños muy risueños
soñaba mientras tanto el sol salía.

Despierto pude ver que el mundo había
cambiado y turbios tiempos se hacen dueños
de todos esos sueños tan pequeños,
queriendo ser el bien que al mal vencía.

El sueño tiene forma extraña de huir
del acto incluso incierto a tal ficción,
haciendo sea más un fin dormir.

Pregunto entonces presto tal razón.
¿Si el sueño debe ser su fin morir,
dormir entonces puede ser un don?


Antonio Nieto Bruna
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16.-7-2015