A Víctor


Brilla con su expresión, bella y arcana,
única, natural, tierna y gentil,
de alma tan especial, dulce y pueril,
íntegra de emoción, clara y cercana.

Es contra la razón regla que gana
toda la excepcional forma sutil,
dándonos su jovial aire infantil
hizo que la pasión fuera liviana.

Siempre nos quedará santo y ungido
aunque entre su interior pueda tener
esa luz que nos da con su entender
y con su corazón incomprendido.

Nunca abandonará libre su nido
hecho para abrigar límpido ser.
Cuando mis ojos no lo puedan ver
que sea nuestro adiós inadvertido.








A Mercedes

Brilla con su expresión bella y lozana
irradia con su luz mi atardecer,
la niña que de pronto fue mujer
y la renovación de mi nirvana. 

Con su gran corazón es muy humana
y hace su luz al mundo embellecer
como la rosa roja al florecer
que ennoblece al jardín y lo engalana.

Con su jovialidad es muy cercana
estando siempre presta a ofrecer
su gran disposición para querer
con el cariño que de ella emana.

Estoy agradeciéndole a la vida
por todo aquello que llegué a tener,
por lo que me pudiera conmover
y por mi dulce y bella hija querida.