Soneto a la Saeta Rubia

Está resplandeciente el firmamento
al paso luminoso y rutilante,
el cielo me parece más brillante
pues luce su aureola y su talento. 

Su estela brilla como un sentimiento
de orgullo por la historia emocionante,
llegó en aquel momento apasionante
y su espíritu está con nuestro aliento.

La gloria que engrandece a Chamartín
evoca en las contiendas con ardor
el halo de figuras y centellas.

Saeta Rubia nunca tendrás fin
dejaste con la magia ese fulgor

que guía con tu luz a las estrellas.


Antonio Nieto Bruna
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8-7-2014




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