Soneto a un cuento sin fin

Cuando alcanzó sus ansias más secretas
puso un burdel con putas sin esquinas 
y un hospital escaso en medicinas
dando esperanza a muchos proxenetas.

Era un patán de ideas inconcretas
todos sus sueños faltos de doctrinas 
le hizo adorar sirenas cantarinas,
como a la dama y as de marionetas.

Este relato de un final incierto
tiene un delfín que surca saltarín
entre el oscuro mar de un reino muerto.

Tiene ladrones, pobres y un botín
súbditos de un país quebrado y yerto,
que hace que el cuento nunca tenga fin.



Antonio Nieto Bruna
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 12.1.2013




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