Glosa sobre la cueva de Montesinos

 Dejo aquí mi aportación
del recuerdo que me llega
de una secuencia manchega
que llamara mi atención,
aquella imaginación
solo es propia de Cervantes,
pasajes determinantes
expondré en próximos versos
pues estudiosos diversos
dicen que son discordantes.

Como cualquier obra de arte
este ingenioso hidalgo
en esta historia dejó algo
que algún sabio no encontró
y aunque no lo descartó
él apócrifo diría
que por ella subiría
durmiendo desde la cueva,
el capítulo nos lleva
pensar, si él lo noveló.

Cabalgando entre molinos
dejan a los malandrines,
dirigen a otros confines
sus miradas y destinos.
La cueva de Montesinos
encuentran junto a Ruidera
aunque hasta ella descendiera
con las cien brazas de soga,
a Dios el fiel Sancho aboga
para que su amo volviera.

Y contó que Durandarte
en sueños a él le narraba
"¡Oh, mi primo Montesinos!
Lo postrero que os rogaba,
que cuando yo fuere muerto
y mi ánima arrancada,
que llevéis mi corazón
adonde Belerma estaba,
sacándomele del pecho,
ya con puñal, ya con daga."

Al lector con su parodia
hará pensar si es verdad
o solo casualidad
el final de tal historia,
cuando la muerte y la gloria
conjugando con empeño
de tal ilógico sueño
pidió que junto a Belerma
allí con su ánima duerma
el corazón de su dueño.

Permanece en mi memoria
la historia
la que Cervantes contó
quedó
como novela apreciada
probada
Nunca quedará olvidada
esa andanza del hidalgo
y aunque aquí me dejase algo
la historia quedó probada. 
Antonio Nieto Bruna 
Copyright ©
4-11-2014 


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