Décimas a una sombra

El que mirando no encuentra
mi verdad que no se esconde,
con vana moral responde
y a mí cree que se enfrenta,
ha de poder darse cuenta
que el rencor es siempre malo,
no soy yo quien le señalo
aunque tal hecho le asombre,
no es ni más ni menos hombre
quien más largo tiene el falo.

El epíteto de amigo
lo usas con suma alegría,
has de saber que algún día
a quien ves como enemigo
nunca será tu mendigo,
aunque pido a la conciencia
no compare tu creencia
con los demás bien nacidos
pues no fueron elegidos
por su estirpe o apariencia.

Si a otros les consideras
como adversarios a ultranza
por no seguir la enseñanza
de tus doctrinas, "certeras",
pensando que son quimeras
verás al diablo con rabo
querrás que sea tu esclavo
en ocultos pensamientos,
pues nunca tus argumentos
harán de ello menoscabo.

Si al mirarte en el espejo
sientes toda tu arrogancia,
y crees que tu jactancia
no es causa de un mal reflejo,
y te encuentras cuan pendejo
a tu imagen degradada
en el limbo de la nada
donde algunos pueden verte,
tu soberbia es aparente
a una chismosa chalada.

El respeto que reclamas
debes dártelo a ti mismo
no hacer de tu paroxismo
causa de tus melodramas,
esos que cuando proclamas
suenan caducos y viejos,
aún siendo olor añejos
son exaltaciones vanas,
si siempre de ellas te ufanas,
antes mira tus complejos.

Antonio Nieto Bruna
Copyright ©
8-6-2011 ​


No hay comentarios:

Publicar un comentario