Tantas coincidencias con los viajes de negocios de él y esas inoportunas jaquecas de Marta, hizo que indagase en sus sospechas; comprobando como era víctima del doble engaño.
Con nocturnidad y alevosía Lucía, se presentó en el apartamento de Marta accediendo sigilosamente, utilizando la llave que tenía hacía tiempo. Con pasmosa sangre fría, disparó a su incestuoso esposo en pleno acto sexual, cayendo muerto encima de su amada amiga; agachándose junto a ella, aprisionada por aquel inerte cuerpo, le dio un beso en los labios y mientras acariciaba el cuello de Marta con un afilado y frío estilete en su mano, le susurró:
-Cariño, el silencio es el único amigo que jamás traiciona-.
Antonio Nieto Bruna
Copyright
©
16-4-2012
No hay comentarios:
Publicar un comentario