Con curiosidad decía
un pequeño al preguntar,
al mirar ensimismado
aquel hermoso rosal.
-¿Porqué, rosas y no espinas
se han de tener que
llamar?-
A veces lo que parece
no ha de parecer normal,
cuando se siente el placer
de las rosas al mirar.
Mas viendo bellos colores
y fragancias para oler
al quedar absorto en ello
la espina no pudo ver,
cuando a la rosa agarró
el niño pudo entender
que aunque sintiera dolor
vio desde su candidez
que ha de agarrar con cuidado,
lo que desea tener.
Antonio Nieto Bruna
Copyright ©
2-1-2013
2-1-2013
No hay comentarios:
Publicar un comentario