Agosto se presenta jubiloso
y anuncia nuevas fiestas patronales
con el tiempo templado y generoso
esperando acompañe a los rituales.
Los mozos preparando están sus peñas
adornando casillos centenarios
con las puertas a veces tan pequeñas
que inclinan sus cabezas los usuarios.
Se hace la reverencia con agrado
al entrar a por néctar de los dioses
y al salir con el vaso muy cargado,
¡ojo al dintel!, la testa no la adoses.
Celebrad con mesura y buen talante
las fiestas, disfrutando cada instante.
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