No era el mal, aunque se le parecía,
era azul sin llegar a ser el cielo,
era faro sin luz
y sin vigía,
era el viento al charrán
alzando el vuelo.
No era noche y
apenas era día,
era sosiego envuelto
en el desvelo,
era ajeno a la ley con su apatía,
era sombra
entre el odio, paz o celo.
Es carroña amparado
en su poder,
mientras, el
pueblo paga sus desmanes
y hace que broten
brozas y patanes.
¿Puede quizás, queramos muchos ser,
ciegos, sordos o
acaso codiciosos?
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