Soneto a un desertor

Llega del cielo el vuelo de tu dron
ligero se oye suave su murmullo
mientras creas un anárquico barullo
con tu dedo y con una exclamación.

Presto tomas los mandos del avión
con frases hechas de un tal Perogrullo
nos confiesas que es tu mayor orgullo,
pilotar naves desde tu rincón.

Y ahora dices que te has de marchar
a otro lugar para volar tu sueño,
márchate en paz y donde estés disfruta.

Y si tal vez quisieras recordar
este rincón castizo y madrileño
ven a invitar y tráete la viruta.

Antonio Nieto Bruna
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17-6-16





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