Desde
épocas ancestrales, la comunicación en las relaciones de los seres
vivos ha sido una de las mayores armas evolutivas que ha existido. Ello hizo que el ser humano para su crecimiento tanto
espiritual, cognitivo, cultural o social, creara una gran herramienta
de comunicación llamada lenguaje.
A
partir de esta forma inteligente de entendimiento, los humanos, por
grupos, comunidades o tribus, desarrollaron pautas y códigos distintos
de comunicación a través del lenguaje que se transmitirían de padres a hijos y de generación en generación.
Desde esa necesidad de
transmitir historias, pensamientos o sabiduría, fue evolucionando la
palabra en modos de expresiones diferentes según el qué y el como querían comunicar.
Entre esas diversa formas nació la poesía, en
un principio como manifestación prosaica y posteriormente debido a
la necesidad de memorizar lo que se transmitía y recibía, y quién
sabe si debido a algún sabio anciano que al comenzar a flaquear su memoria se le ocurriera rimar grupos silábicos de palabras, para con
formas rítmicas hacer que se quedara grabado con más facilidad en
la mente la transmisión de sus pensamientos.
De
ahí a su afianzamiento en la época griega y posterior evolución
latina, llegaremos a nuestros días pasando ineludiblemente en el
caso que nos ocupa y en concreto, por las letras del Siglo de Oro de
la lengua castellana.
Después
de dicha evolución y de innumerables y grandes autores, se llegó a
encontrar una de las formas más expresivas y hermosas de la
literatura, el soneto, este tipo de poema como todo en la vida a
evolucionado, por lo que al estudiarlo a su vez trataré de
transmitir con mis poemas, pensamiento y conocimientos adquiridos de
varios de los mejores estudiosos del arte poético, las formas y usos
del soneto endecasílabo, desde sus raíces más clásicas hasta
nuestros días, sin entrar en otros tipos de estrofas que pudieran hacer excesivamente extenso este estudio.
Antecedentes
históricos del soneto
El
soneto y más en concreto el endecasílabo en su forma más clásica, es
una composición poética compuesta de catorce versos de arte mayor.
Los
versos se encuadran en cuatro estrofas compuestas de dos cuartetos "estrofas de cuatro versos" y dos tercetos "estrofas de tres
versos". Aunque la distribución del contenido del soneto no es
estricta, puede decirse que el primer cuarteto presenta el tema del
soneto y que el segundo lo desarrolla. El primer terceto reflexiona
sobre la idea central o expresa algún sentimiento vinculado con el
tema de los cuartetos. El terceto final, el más emotivo, finaliza
con una reflexión o con un sentimiento profundo, ocasionado por los
versos anteriores. De esta manera, el soneto clásico presenta una
introducción, un desarrollo y una conclusión en el último terceto,
que de algún modo da sentido al resto del poema.
Esto
no quiere decir que el soneto que no presente un desarrollo como el
explicado, se le aparte de tal calificativo.
En
sus diferentes formas, el soneto desde su creación en Sicilia en el
siglo XIII, fue difundido por toda Italia por algunos autores como,
Pedro de Vignes, Guittone d´Arezzo, Guido Guinizzelli o el propio
Dante.
Se
sabe de estos autores, sobre todo de Dante, que Petrarca asumió no
solo sus formas si no sus estilos románticos, adquiriendo el
conocimiento de la nueva medida silábica y el lirismo que tanto lo
distingue en sus formas y que a la sazón se las conoce como
“Petrarquismo”.
Transición
a la lengua castellana
Desde mediados del siglo XV las relaciones culturales entre España e Italia se intensificaron al residir numerosos escritores españoles en Italia conviviendo con literatos de dicho país, atraídos por la suntuosidad de la corte napolitana, entre el reinado de Alfonso el Magnánimo y los virreyes castellanos, influenciados por Petrarca y otros autores como Tasso o Ariosto.
Aunque
Iñigo López de Mendoza, “Marqués de Santillana”, tiene el
honor de ser el primero que escribió sonetos en lengua castellana
“Fechos al itálico modo”, el intento no fue muy bien acogido.
Tuvo que ser en1525, cuando el embajador de Venecia, le propone a
Boscán, probar el soneto en letras castellanas (según, Carta a la
duquesa de Somé). A pesar de ello tampoco fue Juan Boscán quien
consolidó el soneto en lengua castellana, sino su amigo Garcilaso de
la Vega, puesto que este poeta lo superó en elegancia, sutileza y
soltura en la composición de los versos.
En
el período neoclásico y en el Romanticismo el uso del soneto fue
despreciado por otros tipos de estrofas, siendo cultivado por autores
de la Escuela Poética Salmantina como, Meléndez Valdés, José
Cadalso o Gaspar Melchor de Jovellanos, entre otros.
La
principal renovación del soneto en castellano se produce a finales
del siglo XIX, con el modernismo.
En
los sonetos modernistas lo más frecuente es el orden clásico de los
cuartetos, pero se usaron también por influencia del parnasianismo
francés, las combinaciones de rimas ABAB:ABAB y ABBA:CDDC. En esta
época aparecen varias innovaciones métricas y se utilizan versos de
otras medidas, desde trisílabos hasta hexadecasílabos, aunque los
más utilizados son los alejandrinos, (versos de 14 sílabas) además,
aparecen sonetos polimétricos que emplean en el mismo poema versos
de diferentes medidas utilizados por Rubén Darío, o los hermanos
Machado entre otros.
Otras
de las formas implantadas fue el soneto de arte menor o “sonetillo”,
que tiene precedentes en el Siglo de Oro y en el Neoclasicismo, usado
por ejemplo por Tomás de Iriarte.
En
la generación del 27 el soneto se terminó de consagrar debido a su
uso por autores como García Lorca, Jorge Guillén, Gerardo Diego o
Rafael Alberti. Posteriormente, algunos poetas, como Jorge Luis
Borges, cultivan el “soneto inglés” o “soneto shakesperiano”,
que consta de tres cuartetos y un pareado final, o bien escriben
sonetos sin rima, como Pablo Neruda. El soneto mantuvo su vitalidad
durante la posguerra civil española, gracias a autores que supieron
renovar su sonoridad y retórica, como Blas de Otero, Carlos Edmundo
de Ory o Ángel González y entre los hispanoamericanos Alfonso
Reyes y Javier del Granado. Durante los años posteriores a la
segunda mitad del Siglo XX cayó en un relativo descuido e
indiferencia, si exceptuamos algunos nombres de poetas como Antonio
Carvajal o Jenaro Talens. Poetas posteriores y actuales, como Álvaro
Tato, Juan Van-Halen o Luis Alberto de Cuenca, han retomado su uso,
con un fervor no exento de gracia, ironía o sutileza.
Tipología
La tipología del
endecasílabo está basada en su ritmo acentual, su estructura estrófica casi
rígida y sus dos únicos tipos de rimas en las dos primeras estrofas “cuartetos”
(A-B-B-A) y “serventesios” (A-B-A-B) y mayores opciones de rimas en sus dos
tercetos.
En ocasiones algunos autores usan forma de conjuntos de versos
añadidos al término del soneto, normalmente compuesto por un verso heptasílabo y
un pareado endecasílabo, llamado estrambote y que comúnmente se asocia con temas satíricos.
En lo que respecta al ritmo, existen distintos tipos de endecasílabos, según la
posición en que se encuentren los acentos no estróficos (el estrófico va
siempre en la sílaba décima).
Los
acentos rítmicos corresponden a las sílabas pares 2-4-6-8-10; y son
los destinados a marcar el ritmo; pero no todos ellos son esenciales.
Salvo el último (10), los demás pueden faltar, aunque no todos a la
vez. Son esenciales los de la 6ª y 10ª, o bien los de la 4ª,8ª
y10ª.
A
partir de los acentos identificadores más característicos, estos
tienen unas formas principales que a su vez desarrollan según su
acentuación rítmica más o menos prolongada en subformas
adjetivadas como, puros, cortos, plenos, largos o vacíos y sus
ritmos son claramente identificables por la posición del primer
acento de sus versos. Para la clasificación del soneto se debe tener
en cuenta la total acentuación de todos sus versos, así que la
falta de una acentuación en un único verso desmerita y no
contabiliza a la hora de la clasificación del soneto. A un soneto
que contenga por ejemplo, todas las acentuaciones en 2ª, 6ª y 10ª,
se le denominará “soneto heroico puro”, aunque algunos de sus
versos puedan tener otras acentuaciones añadidas en 4ª “heroico
corto” o en 4ª y 8ª “heroico pleno”, etc.
El
patrón acentual de los endecasílabos, es:
Común,
acentuación principal en 6ª y preceptiva acentuación estrófica en
10ª
Sáfico,
acentuaciones principales en 4º y 8º y preceptiva acentuación
estrófica en 10ª
Horaciano,
acentuaciones principales en 4ª, 6ª y preceptiva acentuación
estrófica en 10ª
Se
distinguen dos tipos secundarios por la presencia de un acento
complementario tras el primer acento identificador:
Común
binario - con acentos en 6ª, 8ª y 10ª
Sáfico
binario - con acentos en 4ª, 6ª, 8ª y 10ª
Endecasílabo
mixto o polirrítmico
La gran mayoría de las composiciones en
endecasílabos son polirrítmicas o mixtas, es decir, mezclan dos o
más de los patrones acentuales, el uso principal de la acentuación
rítmica, recaen en la 6ª y/o 4ª y en 10ª sílabas, a partir de
aquí y dentro de este tipo de ritmo todas las acentuaciones
se combinan entre sí, lo cual unido a la diversa distribución que
pueden tener los acentos accidentales, hace del endecasílabo el
verso por excelencia en variedad de cortes y riqueza de ritmos.
Nunca
se deberán mezclar entre estrofas de un poema mixto, los ritmos indicados con acentuaciones en 5ª y/o 7ª sílaba.
Endecasílabos
menos usuales
Y
como en otros órdenes gramaticales a veces ocurren, en este tipo de versificación
también existen formas extrañas, sobre todo por su
inusual uso; como sostienen alguno de los estudiosos como, Pedro Henríquez Ureña, Rudolf Baehr,
José Domínguez Caparrós, Francisco Redondo Benito o Tomás Navarro
Tomás entre otros, y que aluden a que el oído no está adaptado a
su sonoridad no tanto por su anti-rítmica acentuación si no por su
inusual utilización. Lo más frecuente es que de un sistema
lingüístico no estén habitualmente en uso todas sus posibilidades,
sino que algunas al ser raras “queden fuera de la
norma” que delimitan las posibilidades usuales de un esquema. Así
Caramuel en sus primeros estudios y tratados de métrica no
contemplaba las variables arrítmicas y en los posteriores se refiere
a su excepcionalidad. Al hablar de los versos que tienen el último
acento en la décima sílaba y que él llamaba decámetros, establece
hasta once tipos acentuales, en ninguno de los cuales se prevé la
acentuación en quinta, en séptima o en novena sílaba. Como sostiene Rubén Benítez en su estudio sobre el endecasílabo, tal métrica si se hubiera en su momento practicado, actualmente estaría reconocida como usual.
Continuando
con el paralelismo, del mismo modo que un hablante tiende a preferir
unas posibilidades normales a otras a emplear, según
las ocasiones, el entorno, etc., lo propio cabe que haga el versificador con las
posibilidades del esquema, por ello lo que en un principio un
inadecuado uso aleatorio de acentuaciones arrítmicas dan una fea
sonoridad al poema, el uso medido y completo en un soneto de este tipo
de acentuaciones no solo es correcto, si no que su ritmo puede
resultar melodioso y cantarín, como por ejemplo ocurre con la
acentuación dactílica o también llamada de “gaita gallega” por
su similitud en la entonación.
Estos
tipos de sonetos menos usuales son:
Endecasílabo
dactílico: acentos en 1.ª, 4.ª,7.ª y 10.ª
Endecasílabo
galaico: acentos en 5.ª y 10.ª
Los
acentos arrítmicos caen sobre las sílabas impares:1-3-5-7-9. Y los
acentos anti-rítmicos, poco o nada recomendables en su uso, son los
que recaen en acentuaciones contiguas:
El de la 5ª antes de la
6ª
El de la 3ª antes de la 4ª
El de la 7ª antes de la 8ª
La
musicalidad del endecasílabo se basa tanto en la combinación de
cláusulas cuaternarias y binarias tras el primer acento
identificador, como en las expresivas variaciones de su inicio.
Esta combinación de cláusulas heterogéneas adecuadamente distribuidas sirven para la creación de los endecasílabos y cualquier otra forma de versos de arte mayor, siempre y cuando se siga el ritmo que en cada momento se requiere.
Los poemas que mantienen en todos sus versos constantemente un mismo ritmo homogéneo en todas sus cláusulas consiguen una musicalidad característica cuando se usan un mismo, modo binario o cuaternario, para ejemplo este soneto dodecasílabo anfíbraco donde se usa una sílaba tónica entre dos átonas.
El carrusel
Su imagen transporta a los tiempos lejanos
de aquellos momentos de trotes discretos
alzando a caballos a barras sujetos
y a barras sujetan pequeños sus manos.
Con giros continuos alegres y ufanos
los niños galopan veloces e inquietos
y al viento lanzando pueriles secretos
gozosos cabalgan en potros mundanos.
La vida que corre con fin natural
nos lleva sus vueltas cual fiel carrusel,
comienza deprisa parando al final
y sigue girando sujeto al corcel,
sabiendo que nada será ya inmortal
el hombre que quiso volver a doncel.
A
partir de aquí se abre un amplio abanico de posibilidades para el
uso del verso endecasílabo, conjugando su versatilidad en un tipo de
versificación más concreta.
Con el tiempo se terminó imponiendo
como poema más usual el soneto de dos estrofas de cuatro versos a
modo de “cuartetos” de rima (A-B-B-A / A-B-B-A) o a modo de
“serventesios” de rima (A-B-A-B / A-B-A-B) y dos estrofas de tres versos
a modo de “tercetos” de rimas más usuales (C-D-C / D-C-D),
(C-D-E / C-D-E), (C-C-D / C-C-D), (C-D-D / C-D-D), etc. Con estos
patrones se pueden hacer una docena de formas de rimas.
Aunque
ya hemos visto por referencia de algunos estudiosos o autores, que se
aprecia en su estructura una rigidez que hace que su evolución no
altere en exceso su forma y modo, la realidad y el tiempo ha
demostrado que el soneto se adapta a los usos y a las costumbres y su
evolución es continua aunque ajustada a su esencia.
Modos
y modelos de ritmos en los sonetos
Para
clasificar un soneto endecasílabo, como ya he comentado con anterioridad, se debe tener en cuenta en su
conjunto la uniformidad de las acentuaciones, esto significa que
todos sus versos sostendrán la misma acentuación con independencia
de los acentos secundarios o accidentales.
Una
vez vistos los patrones acentuales, la composición de los sonetos de
versos endecasílabos se puede realizar según la siguiente
clasificación que tiene en cuenta el orden de las sílabas con
acentuación principal, identificadas en cada ejemplo para más clara
comprensión:
Sonetos
endecasílabos tradicionales
Ritmo heroico. Su ritmo es llano, equilibrado y uniforme y tiene una gran riqueza eufónica.
Heroico
puro, propio, (Trocaico) 2º, 6º, 10º
Quisiera
en conciencia yo decirles
Quisiera
con conciencia yo decirles
que algunas de las dudas razonables,
a
todos los profetas intachables
ninguna pudo casi redimirles.
De aquellos que pudieron impedirles
sus actos a
los hombres despreciables,
se hicieron sus doctrinas adaptables
a
ovejas comedoras de sus sirles.
Humanos nos llamamos
complacientes,
creyendo que engañamos a Caronte
haremos que los actos nos acusen.
Miramos a los lados como
ausentes
queriendo proteger el horizonte
de
males que a nosotros nos excusen.
Heroico
pleno, (Yámbico) 2º, 4º, 6º, 8º, 10º
El
don de soñar
Feliz
soñando estaba un sueño un día
que quise hacer la noche eterna
sueños,
pensando que eran sueños muy risueños
soñaba
mientras tanto el sol salía.
Despierto
pude ver que el mundo había
cambiado
y turbios tiempos se hacen dueños
de
todos esos sueños más pequeños,
queriendo
ser el bien que al mal vencía.
El
sueño tiene forma extraña al huir
del
acto incluso incierto a tal ficción,
haciendo
sea más un fin dormir.
Pregunto
entonces presto tal razón.
¿Si
el sueño debe ser su fin morir,
dormir
entonces puede ser un don?
Heroico
corto 2º, 4º, 6º, 10º
El
paso del tiempo
La
noche nunca debe postergar
al
alba siendo real e inexorable
haciendo
cierto cuando inapelable
el día acaba y vuelve a comenzar.
El
tiempo es don que puede que al pasar
oculte
al sino fiel e irremediable
por
ello y aunque fuera incuestionable,
¿será
la vida un simple y puro azar?
La
noche trae oscuro transitar
con
sueños de una sombra interminable,
que
fluye mientras llega el despertar.
El
día asiste benévolo y amable
y
queda justo solo imaginar
que
pasa lento siendo inalterable.
Heroico
largo 2º, 6º, 8º, 10º
Amor
fugaz
Llegaste con aquella noche oscura
bajando como un astro desde el
cielo,
haciendo que la luz rompiera el hielo
tocaste con tus
rayos mi alma impura.
Me diste con tu amor mayor ternura,
me
amaste con ardor y mucho anhelo;
soñando con tu arrullo sentí
desvelo
y pienso... no es verdad, será ventura.
De
pronto, su fulgor se fue en la noche
y el brillo de la estrella se
marchó
cerrando con su adiós un bello broche.
Prendido
en el deseo ardor dejó,
pasión que con amor quedó en
derroche
aquello que a la postre al fin marchó.
Melódico
puro o propio clásico 3º, 6º, 10º
Que la luz de su amor me ilumine
Que se oculten
los astros del cielo
si notara
que queda distante
tu
sentir de consorte o de amante
y que agranda
mi dicha y mi anhelo.
Que me traiga
la noche el desvelo
si
me siento en mis sueños
errante,
como un beso
que queda distante
y
al que en tiempos de insomnios
apelo.
Con la luz
de tu risa ilumines
mis
momentos de incierto
futuro,
con tu estela
mi ser contamines.
En su ausencia
me siento inseguro
si
camino por estos
confines
sin sentir a mi amor, os lo juro.
Melódico
largo 3º, 6º, 8º, 10º
Ambición
La ambición es virtud que al justo place
al buscar con ahínco, anhelo y sueño
insuflando pasión y mucho empeño
en lograr la ilusión que en él subyace.
Vanidoso y mezquino siempre hace
que al lucrarse con ruin y gran desdeño
el avaro sabrá que es siempre dueño
del esfuerzo y moral que de otros nace.
Su virtud es ya solo fiel quimera
que refleja el oscuro y vago instinto
de ambiciones que el parco siempre espera.
Al saber que será por todo extinto
el humano que el bien y el mal hereda,
ya quisiera que fuera el fin distinto.
Ritmo sáfico
El ritmo sáfico se empleó durante la Edad Media en mayor medida, en composiciones de carácter religioso, junto con el senario yámbico.
Sáfico
corto a la francesa 4º, 6º, 10º
Petulancias
La
prepotencia pone condiciones
para cambiar las formas a virtuosas,
entre su fuero lleva codiciosas
las ambiciosas claras
pretensiones.
Al esconderse oscuro y con sus dones
como razones siempre poderosas
son sus proezas puede tan valiosas
que
los mayores sueños y ambiciones.
Al
regalar desprecio el engreído
se otorgará la pírrica
victoria
en jactancioso duelo pretendido.
Al envolver la farsa entre su gloria
se pensará por ello ha conseguido
con su
virtud quedar hasta en la historia.
Sáfico
corto pleno 1º, 4º, 6º, 10º
Pobres argumentos
Vagan discretos lúgubres los días
de hechos inciertos más que
repudiados,
presos por mentes turbias
y vacías,
negros momentos fueron
olvidados.
Esos humanos, ánimas
impías,
secan sus ojos tristes
y cansados
alzan sus manos pálidas
y frías,
piden al cielo purguen
sus pecados.
Otros harán que
al fin se desvanezcan
tantas historias sucias
y olvidadas,
hechos infaustos lóbregos
momentos.
Puede que entonces ellas nos
parezcan
formas discretas, simples, casi
honradas,
reglas no escritas, pobres
argumentos.
Sáfico puro a la francesa 4º, 8º, 10º
Su especial mirada
Cuando el dolor se
te incrustó en su herida
en la distancia se borró el camino,
porque el sufrir de
quien quedó vencida
sobre la pena le
marcó el destino.
Arrastrará su corazón dolida
y llevará con pena
un triste sino,
mientras que viva
lacerante herida,
acompañada del dolor divino.
Desde el amparo que pudieran darte
hasta el pesar se convirtiera en nada,
cuando la vida mientras quede
aparte
si no es con una
reflexión callada
entre tus sueños
te querrá velarte,
con su sonrisa y su especial mirada.
Sáfico puro pleno 1º, 4º,
8º, 10º
Soneto al disco de vinilo
Discos de negras
y surcadas caras
tienen en formas de
vinilo ajado
dentro de fundas
de cartón pintado
mágicos ritmos
y eufonías claras.
Gira el gramófono
con voz solemne
y ese periodo que
plasmó pasado
quiso quedar entre
la faz tatuado,
siendo el silencio su testigo indemne.
Todas aquellas melodías vieron
notas dejadas entre tantos dones
siempre quisieron
renacer sus sones.
Formas continuas de
sonido hicieron
nuevas maneras de
escuchar canciones
esas que guardan
con su voz pasiones.
Sáfico
pleno 1º, 4º, 6º, 8º, 10º
Soneto otoñal
Luna naciente, blanca, oscura y fría,
llega entre alguna nube gris inerte
y hace que se haga mucho más presente
otro otoñal aciago y negro día.
Lluvia perpetua al cielo azul cubría
toda su fuerza innata más frecuente
y ese caer continuo al ser corriente
quiso esconderse cuando el sol salía.
Pasa el verano suave, muy silente
y esa liviana fronda al fin traía
otra estación con ocre y rojo ambiente.
Siempre que el tiempo solo sea guía
y aunque del árbol quede la hoja ausente,
puede el otoño traiga luz tardía.
Sáfico
largo 4º, 6º, 8º, 10º
Cuando
se quede sola el alma
Cuando
nos quede pura
el alma alada
aunque
el destino siempre
esté presente,
cuando
se vea el fin
llegar doliente,
nuestro poder se
irá con rumbo a nada.
Y
aunque la vida sea
fiel aliada
y
entre la suerte adversa
esté patente,
nuestro
pasado queda
muy silente,
sobre
ceniza muerta
y luz dorada.
Puesto
que el tiempo pasa
y deja instantes
a
quienes quieren pronto
al fin llegar
hacia
destinos más que
nada errantes.
Mientras
nos quede sol
podrá esperar
durante
eternas noches
más distantes,
nuestra
manera fiel del ser vulgar.
Sáfico largo pleno 2º, 4º, 8º, 10º
Soneto
al David de Miguel Ángel
Estatua
en mármol de Carrara
altiva
expone
blanca su silueta
hermosa
y
se alza regia
entre su forma airosa
con toda su
alma en pedestal cautiva.
Imagen recia que al posar lasciva
nos muestra toda
su belleza ansiosa
por ser formal escultural y
ociosa,
la
efigie pura
de expresión tan viva.
Al ser la talla singular
forjada
con fiel cincel en magistral
criatura,
labró
al monarca como al gran
profeta.
El tiempo quiso
que en la plaza alzada
quedara la otra varonil figura
de aquel magnífico
escultor y esteta.
Enfático puro,
dáctilo-trocaico 1º, 6º, 10º
Cinismo
Se alza sobre las ruinas
el murmullo
propio de los mayores
desengaños,
esos que para aquellos
con los años
fueron los precursores
del chanchullo.
Solo ya les quedaban el
orgullo
sucio por la evidencia y
los engaños,
hechos que nos taparon
con apaños
y otros cuantos conceptos
que no incluyo.
Dejan entre proclamas y
alharacas,
tonos peyorativos y un perfil,
mientras que sus decencias
son opacas.
Puede que la ambición aunque sutil
haga que la razón de las urracas
sea como guarida de
un reptil.
Sonetos
endecasílabos polirrítmicos: son los que mezclan dos o más de los
patrones acentuales anteriores.
Encuentro
inolvidable
Aquella
tarde de un otoño frío
estabas
muy radiante y luminosa,
brillabas
como estrella esplendorosa
allá
por el oscuro cielo umbrío.
Tus
rayos fueron todo un desafío
y de una forma un tanto
cautelosa
prendió la llama en alma misteriosa
quedando
ardiente aquel lugar sombrío.
Recuerdos
llegan hasta nuestros días,
nostalgia de un momento memorable
de
aromas dulces llenos de ambrosías.
Amor
es causa y don irrenunciable
que lega como aval de garantías,
las
dichas del encuentro inolvidable.
Sonetos
endecasílabos irregulares con acentuaciones antirrítmicas.
Los
acentos antirrítmicos, son los acentos prosódicos situados en posición
inmediata a un acento rítmico, implican una elevación del tono que se presenta
junto a la del acento rítmico, que en esas condiciones deja de estar rodeado de
sílabas con un tono más bajo. Antonio Quilis hace referencia a ellos de una
forma muy clara:
«El
término antirrítmico, como los demás, solo se refiere a una determinada
situación de las sílabas acentuadas, no indica una falta contra la estética del
verso; como todos los recursos de la versificación, este acento antirrítmico se
justifica cuando se usa para conseguir un efecto estilístico»
Es
indudable la capacidad expresiva de esos acentos que concurren inmediatamente
al acento necesario o a los acentos identificadores. De hecho, son susceptibles
de producir efectos estilísticos admirables cuando son utilizados por los
grandes poetas. Sin embargo, su naturaleza ha sido motivo de debate y
discrepancia entre expertos.
En
cualquier caso, al margen de la repercusión que el acento antirrítmico pueda
tener en la curva tonal, se admite universalmente su función expresiva, pero se
excluye que pueda jugar algún papel en el establecimiento del patrón
acentual.
En
estos tipos de estructuras es obligatorio utilizar la misma acentuación en
todos sus versos, por razones lógicas de afonía.
Dactílico
puro 4º,7º, 10º
Sobre el arte de componer poesía clásica
Desde
que llega la musa del arte
la
inspiración nos ampara con versos,
aunque
quedaran los estros aparte
encontrarías
motivos diversos,
como
la forma mejor de escribir
cuando
las letras nos nacen del alma,
mediante
aquello que dicta el sentir
de
la cabeza a la pluma y con calma.
Puesto
que nunca el esfuerzo es en vano
cabe
pensar que el ingenio en poema
le germinó al poeta en la mano.
Pero
al seguir un patrón y un esquema
sobre
el soneto quedaría ufano,
hasta el mejor refinado fonema.
Dactílico
corto 2ª, 4ª, 7ª, 10ª
Soneto
de la araña y la mosca
La
araña está pertrechada en su nido,
paciente
espera se pose a merced
la
nimia mosca de vuelo atrevido
que
va imprudente derecha a su red.
El
fútil díptero ingenuo, perdido,
posó
su cuerpo en la firme pared,
en
donde el pobre será adherido
y
así el arácnido sacia su sed.
Tejiendo
irá preparando la intriga
sus
fauces pueden sorber al insecto
que
incauto vuela al destino incorrecto.
Aquel
que el libre albedrío prodiga
y
el aire le hace al surcarlo perfecto,
¿sabrá
que el fin es porción de un trayecto?
Dactílico
pleno o de gaita gallega 1º, 4º,7º, 10º
Reconciliación
Junto
a recuerdos de tristes momentos
medran aquellas ideas
pasadas
llegan silentes vagando apenadas,
hechos profundos
remueven cimientos.
Esos que atrás nos dejaron lamentos
llenos
de ilusas razones frustradas,
hay en la historia lagunas
heladas
muchos instantes inanes y cruentos.
¡Cuánta
miseria quedó enmohecida!
¡Cuánta injusticia nos deja el
pasado!
Ese rencor enquistado, no olvida.
Aunque en el
tiempo lejano ha quedado
nunca podrá sanearse la herida,
mientras que no haya la llaga cerrado.
Acento, extrarrítmico enfático 1º, 5º, 7º, 10º
Dualidad
Erase quizás un mundo
imperfecto
lleno
de ladrones,
golfos
y avaros,
tanta
saciedad
no mira
en reparos
eso casi siempre invoca al abyecto.
Erase también un mundo
correcto
donde
los poderes
eran
preclaros
aunque
los humanos
seres
tan raros
hacen nuestro mundo
sea imperfecto.
Siempre en la
elección de tal dualidad
solo mediará la simple
conciencia,
esa que despierta más voluntad.
Pero
como el hombre
es pura
apariencia,
siempre
que le busquen toda
verdad
pueden
encontrarle
mal
e indolencia.
Sáfico
inverso 1º, 6º, 7º, 10º
Según
algunos estudiosos del endecasílabo y como ya se ha comentado con anterioridad
sesgadamente, las acentuaciones “antirrítmicas” o también llamadas “raras” no
son en la mayoría de las veces como se las ha denominado históricamente, poco
usuales, como se indica a continuación en este breve resumen sobre: ENDECASÍLABOS CON
ACENTOS EN 6ª Y 7ª SÍLABAS, de Miguel Ángel Márquez Guerrero.
El
estudio del endecasílabo con acentos en 6ª y 7ª sílabas permite abordar el
problema que plantea la secuencia de dos acentos consecutivos en un verso
silabo-tónico. Se trata de un fenómeno métrico que los poetas canónicos han
sabido utilizar como recurso expresivo. Por otra parte, el análisis de las
curvas de tono demuestra que la tonicidad relativa de las sílabas 6ª y 7ª no
está prefijada, y podemos encontrar un tono más alto tanto en una como en otra
sílaba. Por último, la secuencia de los dos acentos facilita que el verso se
realice y se oiga como un verso con dos hemistiquios.
Soneto a Víctor
Brilla con su
expresión, bella y arcana,
única, natural,
tierna y gentil,
íntegra de emoción, clara
y cercana,
de alma tan
especial, dulce y pueril.
Es contra la
razón regla que gana
toda la excepcional
forma sutil,
hizo que la pasión
fuera liviana
dándonos su jovial aire infantil.
Siempre nos quedará santo y ungido
aunque en su dormitar pueda tener
manta que velará sueño perdido.
Nunca abandonará libre su nido
hecho para abrigar
límpido ser,
¡Quién te cobijará hijo querido!
Galaico antiguo
5º, 10
Conclusiones
descabelladas
Cuando las virtudes fundamentadas
en sus cualidades,
son intimistas,
con los resultados
positivistas
nos resultarían inesperadas.
Pues, mediante aquellas
infortunadas
elucubraciones
protagonistas,
son a la sazón exhibicionistas
con sus conclusiones
descabelladas.
Ante cuyas formas
extravagantes
contra los
que ven entre sus razones
sus procedimientos
concomitantes,
como los
que buscan entre sus dones
las complicidades
determinantes,
al manipular nuestras
decisiones.
Italiano puro (Dactílico) 7º, 10º
Falacias
Cuando con despotismo
fingieron
quienes la
moralidad despreciaban,
entre sus exhibiciones
dejaban
lo que sus
contradicciones hicieron.
Porque con
inhibiciones dijeron
que entre las
precariedades nos daban
lo que a las
adversidades quitaban
y que con desfachatez
nos vendieron.
Y aunque con
proposiciones banales
mediante sus
paradojas sepultan
la responsabilidad de
sus males,
mientras, con sus intenciones ocultan
que entre los rompecabezas morales
a nuestras
inteligencias insultan.
Otros
tipos rítmicos de acentuación
Uso
de las palabras inacentuadas, atonas o clíticas según su situación
en el verso.
Al
escribir un verso conteniendo acentos rítmicos esenciales es
importante que dichos acentos no recaigan en palabras consideradas
inacentuadas, átonas o clíticas, pues éstas carecen de sílaba
tónica, por lo que se unen, a efectos de pronunciación a la palabra
tónica que las sigue o a la que las precede, formando con ella un
grupo acentual.
Llamadas también o más propiamente de
acentuación débil, por lo general cumplen funciones accesorias de
relación sintáctica.
A veces una palabra átona, pudiera recibir
un acento rítmico por la imposibilidad en castellano de pronunciar
seguidas cinco sílabas átonas. Esta imposibilidad fonética de
encadenar cinco sílabas átonas en castellano, se encuentra
documentada y razonada en el "Manual de versificación española"
de Rudolf Baehr, Editorial Gredos, edición de 1970, quinta
reimpresión de 1997. Rudolf Baehr sigue los esquemas métricos de
Navarro Tomás, y en la página 139 de la obra citada y en relación
con los endecasílabos dice:
"Por
el carácter de la acentuación española, otro acento tiene que caer
en una de las cinco sílabas comprendidas entre la cuarta y la
décima, aunque por su condición morfológica resulten, en teoría,
átonas;".
Es
decir, aunque todas las sílabas sean átonas, la fonética de su
elocución creará un seudo-acento para descargar el necesario énfasis,
ya sea en el lenguaje poético, ya sea en su elocución en prosa.
Parece ser que esa necesidad de un seudo-acento, la menciona Baehr en
varios lugares del texto citado, aunque no queda clara la teoría fonética que el autor tiene en mente para tal aserción, no
obstante se puede comprobar que en la práctica de la composición cuando aparecen secuencias de ese tipo, se puede observar claramente en el recitado, que su fonética
funcionaba adecuadamente.
Esta norma de palabras átonas o no acentuadas,
se basaría exclusivamente en la formación del poema,(estructura),
ahora bien, musicalmente, una palabra átona se puede convertir en
tónica siempre y cuando esté bien anclada o puesta en el verso,
como a continuación se intenta demostrar, en estas estructuras:
Inusual
con acentuación en palabra clítica en 6ª (2º, 4º, 10º)
Soñar
Si
busco el sueño cuya voluntad
se queda yerta sobre lo que
quiero
entonces pienso desde la ansiedad
que tengo mucho para
lo que espero.
Si
escondo todo tras la dignidad
y aquella norma en contra de mi
fuero,
podría entonces con tranquilidad
pasar por prócer ante
el mentidero.
Soñar
enseña como has de salir
de tantos males aunque no sin
suerte,
por tanto sueña para subsistir.
Quien
busca vida en contra de la muerte
sabría entonces cuanto ha de
invertir
en algo incierto, cuando se despierte.
Inusual
con acentuación palabra clítica en 6ª (1º, 3º, 10º)
Banalidad
frente a quimera
Deja
aquello que tras la necedad
nunca
esperes durante lo que vieras
pues
las lógicas desde la frialdad
llegan
simples y aunque no lo quieras.
Vete
entonces adonde la equidad
haga
de todo cuanto comprendieras.
Tales
huellas si es por tu voluntad
solo
búscalas hasta que creyeras.
Sigue aquello hacia donde la ansiedad
deja
dudas de cuando no pudieras
ir
delante o en contra la verdad.
Puede
entonces que para las sinceras
formas
dúctiles entre vaguedad
sean
míseras hasta las quimeras.
Propio vacío puro,
italiano o común 6º, 10º
Decididas aventuras
¿Dónde
les quedaran las ilusiones
a quienes se dejaron
la esperanza
entre
la omnipresente desconfianza
y vuestras miserables
sinrazones?
Cuando con indecentes pretensiones
las
que prometerían en confianza
con
la especulación y su
bonanza,
nos engatusarían con “lecciones”.
Y
como en un camino sin final
a
los desheredados les
conducen
entre
la impunidad y sus locuras.
Contra
lo que se diga en lo esencial,
con
su perversidad si nos
inducen
a
nuestras decididas
aventuras.
Propio vacío largo 6º,
8º, 10º
Compromiso
Entre la displicencia
nunca dar
si contra la perspectiva es adversa
la honorabilidad
quizás diversa
de la moralidad
que no es de fiar.
Si con las esperanzas pudo crear
en contra de su forma
más perversa,
cuando se transmutase
en cara inversa
con la contradicción
podrá dudar.
Entre inmovilistas
rancios y carcas
o los agitadores
más extremos,
se justificarán
al ser poliarcas.
Si los que todavía
aún queremos
con nuestra
sensatez quitar jerarcas,
mediante compromisos
bien podemos.
MODOS Y ADORNOS
Soneto acróstico
De los diferentes
adornos que se usan en la poesía uno de los más complicados si se quiere
conseguir un aceptable soneto, es el uso del "acróstico", la forma
más usual de hacer un acróstico es usando el comienzo de cada uno de los
versos, en estos casos se suele optar por la forma arcaica donde se comenzaban cada verso con mayúscula, tocase, ortográficamente o no, yo soy más partidario de hacer referencia del carácter de dicho adorno o marcar la primera letra con negrita u otro color diferencial, en este ejemplo la identificación es según la primera opción mencionada:
Soneto a Hiendelaencina
Honroso expone
al pie de la montaña
Innumerables
glorias del pasado
El lugar que en
sus tierras ha gestado
Nativo cual
metal entre su entraña.
De su leyenda al
pueblo le acompaña
Entre piedra y
pizarra que han quedado
Las minas de
argentífero legado,
Al ser las más
fructíferas de España.
El pasado y la
historia nos dejó
Numerosas
herencias de un ayer
Construcciones
que el tiempo abandonó.
Imágenes de tal
acontecer
Nos dicen cuándo
y cómo comenzó,
Aquel intenso y
rico renacer.
Soneto con estrambote
El estrambote es un verso o serie de versos que se añaden al soneto por regla general para destacar con sarcasmo el contenido del poema, aunque no siempre se usa el estrambote como su palabra indica (estrambótico). En el soneto el estrambote suele estar formado por un pie quebrado heptasílabo rimado con el 14º verso y un pareado.
Sugerencias para
hacer un soneto
Si un soneto pretendes componer
y melódicos versos recitar,
deberán al unísono sonar
los prosódicos ritmos al leer.
A Quevedo preciso es conocer,
al ingenioso Lope recordar,
al insigne Cervantes admirar
y la rosa de Gongora has de oler.
Los cuartetos expresan el sentir
del poema con todo el esplendor
que la lírica otorgue en su decir.
Los tercetos terminan la labor
si al cerrar se lograra describir,
el concreto resumen del autor.
Para ser trovador,
no combines las rimas al albur
ni te habitúes mucho al calambur.
Soneto Ingles o también llamado Shakesperiano
El
soneto inglés es una variante del soneto desarrollada en Inglaterra
(su invención se debe a Henry Howard, conde de Surrey). Se denomina
también soneto shakesperiano, por haber sido William Shakespeare su
más emblemático cultivador en inglés. Su estructura es la
siguiente: ABAB, CDCD, EFEF, GG(es decir, tres serventesios y un
dístico o pareado final).
Tempus hibernum
Tiempo invernal nos deja su derroche,
lúgubre, triste, tenue, casi umbrío,
nace silente oculto entre la noche,
siempre que escarcha llega el día frío.
Cubre paisajes blancos por las nieves,
cumbres, ciudades, prados y los valles,
quedan pintados grises aunque leves
todas las formas visten sus detalles.
Soplan del norte, gélidos los vientos,
hechos que hicieron cambios en la historia,
luces y sombras guardan los momentos
de este caduco mundo sin memoria.
Siempre que alumbra el Sol hasta en el cielo
hace a los ciclos traigan el deshielo.
PARA
TENER EN CUENTA, EN LA CONSTRUCCIÓN DE LA MÉTRICA Y DEL RITMO
A continuación
se exponen una serie de normas a tener en cuenta para la correcta
construcción de la métrica de los versos, en concreto y por lo que
concierne del soneto de verso endecasílabo, para lo que me he valido
de un excelente trabajo realizado por los poetas y expertos en el
arte de la poesía clásica, Luis Estoico y Ricardo Linares.
Para
el buen uso y construcción del ritmo interno que todo verso
endecasílabo debe llevar, se deben de considerar las posiciones de
cada una de las sílabas tónicas o átonas de cada uno de los versos
por ello a continuación expongo las principales palabras átonas o
clíticas a tener en cuenta a la hora de componer el soneto, además
de las palabras átonas que según la forma y uso en la oración
pueden cambiar a ser palabra acentuada. El resto de palabras no
clíticas (con acentuación en alguna de sus sílabas) siguen las
normas gramaticales de la acentuación en el sonido fuerte de la
declamación de cada palabra.
PALABRAS
ÁTONAS
Voces
inacentuadas a considerar a la hora de crear los ritmos internos del
verso:
ARTÍCULOS
DETERMINANTES:
El, la, los, las, lo
PRONOMBRES
PERSONALES:
Me, nos, te, os, lo, los, la, las, le, les,
se
PRONOMBRES POSESIVOS ANTEPUESTOS AL SUSTANTIVO
(apocopados o no):
Mi, tu, su y sus plurales,
nuestro, vuestro
y sus femeninos y plurales.
PRONOMBRES RELATIVOS (no
interrogativos ni exclamativos):
Que, quien, quienes,
cuyo,
cuya y sus plurales,
cual, cuales (cuando sean correlativos de
«tal» o equivalgan a «como»).
ADVERBIOS RELATIVOS
(no interrogativos ni exclamativos):
Como, cuando, do, donde,
adonde, cuan, tan,
cuanto, cuanta y sus plurales (cuando
equivalgan a todo/a/s lo/la/s que, sean correlativos de tanto y tan o
precedan a más, menos, mayor y menor).
OTROS ADVERBIOS
INACENTUADOS:
Casi (cuando preceda a «siempre» y
«nunca»)
Más (cuando en sumas sustituya a «y»)
Medio
(cuando equivalga a «casi»)
Menos (cuando en restas sustituya a
«y»)
PREPOSICIONES SIMPLES (excepto «según»):
A,
ante, bajo, cabe, con, contra, de, desde, durante, en, entre, hacia,
hasta, mediante, para, por, sin, so, sobre, tras, versus, vía.
Pro
(añadido por algunos gramáticos).
CONJUNCIONES:
Aun
cuando, aunque, como que, como si, conque, cuando, en cuanto (que),
luego, mas, mientras, ni, o (u), pero, porque, pues, pues que, puesto
que, que, si, sino, supuesto que, y (e).
TÉRMINOS
INCLUYENTES Y EXCLUYENTES:
Aun (cuando equivalga a «hasta»),
excepto, hasta, incluso, menos, salvo.
EL INDEFINIDO
«cada»:
Pierde acentuación en su calidad distributiva y ante el
sustantivo «vez» y los pronombres «cual» y «uno».
LOS
INDEFINIDOS PLURALES «unas, unos»:
Son inacentuadas cuando
sirven para dar valor aproximativo, sin énfasis, a la cantidad a la
que preceden:
FÓRMULAS DE TRATAMIENTO UNIDOS A UN
NOMBRE:
Don, doña, fray, frey, san, sor,
santo, santa y
sus plurales.
FÓRMULAS DE TRATAMIENTO EN LOCUCIONES DE USO VOCATIVO:
Pierden su acento ordinario las palabras «señor,
señora, señorita, padre, madre, hermano, tío, tía» usadas como
formas de tratamiento en locuciones con vocativos.
Por el contrario,
se acentúan cuando la invocación toma cierto carácter enfático o
cuando, sin dejar de ser formas de tratamiento, van en frases de uso no
vocativo:
PRIMER ELEMENTO DE LOS COMPUESTOS:
1)
Nombres de pila: José Luis, Juan Pablo, María Luisa, etc.
2)
Numerales: tres mil, veintidós mil, etc.
3) Poblaciones (siempre
y cuando no se interponga entre ambos términos una preposición o
artículo): Ciudad Real, Puerto Rico, etc.
4) Determinados
sintagmas como los formados con los adverbios «arriba» y
«abajo»:
Patas arriba, boca abajo, cuesta arriba, calle abajo,
río arriba, monte abajo, panza arriba, etc.
5) Vocativos en
expresiones cortas de cariño o reproche, donde pierde acentuación
cualquier nombre, sustantivo o adjetivo que ocupe el principio de la
invocación: ¡buen hombre!, ¡mala lengua!, ¡gran pícaro!, ¡Dios
mío!, ¡cara de rosa!
6) En determinadas fórmulas apelativas aisladas por pausas es frecuente que la primera palabra
pierda su acento de intensidad:
Muchas de estas palabras
inacentuadas se combinan entre sí en grupos o contracciones sin
perder por ello su naturaleza prosódica:
Al, del, desde que, el
que, en el, junto a, la que, mientras que, para con, para el, para
que, por cuanto, por el, por entre, sin que, sino que,
etc.
Campo
Esta palabra es inacentuada en la
locución «a campo traviesa»
Quién
Pierde
acentuación en la fórmula «quién más, quién menos»
PALABRAS
ÁTONAS QUE SEGÚN SU USO SE VUELVEN TÓNICAS
Por el
contrario, las voces normalmente inacentuadas se vuelven acentuadas
en determinados contextos como:
Pronombres inacentuados
El
pronombre inacentuado enclítico, o el último de ellos si son dos,
puede experimentar incremento acentual tras de formas verbales
imperativas, yusivas y exhortativas:
Pero
Cuando
aparece ante pausa, con reforzamiento de su sentido
adversativo:
Por
Cuando se usa como pregunta
elíptica o con entonación interrogativa.
Pues
Cuando se halla colocada entre dos
pausas o formando oración interrogativa independiente
Mientras
Se
acentúa ante pausa equivaliendo a «mientras tanto» o «entre
tanto» :
Al párroco, mientras, había dejado de
interesarle.
Acabad de arreglaros, mientras, terminaré esta
carta.
Los relativos «cual» y «cuales» se vuelven tónicos
cuando están determinados por el artículo:
El cual, los cuales,
la cual, las cuales.
Mediante
Posee acento de
intensidad en la fórmula «Dios mediante»
Y
La
conjunción «y» aparece con acento de intensidad en comienzo de
oraciones interrogativas.
PARA
TENER EN CUENTA, EN LA CONSTRUCCIÓN DEL
VERSO SEGÚN LA LICENCIA DE LA SINALEFA
A continuación
se exponen una serie de normas a tener en cuenta para la correcta
construcción de la métrica de los versos y en concreto y por lo
que concierne del soneto de verso endecasílabo, para lo que me he
valido de un excelente estudio realizado por el poeta y experto en el
arte de la poesía clásica, Eduardo León de la Barra.
A
estas normas se las denominan licencias, debido a que no existe una
unificación de criterios claros tanto del uso de la sinalefa, como
del hiato o incluso de la sinéresis, pero si se puede tener un uso
bastante acertado siguiendo las mismas. Más adelante veremos algunas
de las excepciones por las que no se consideran estas normas una
ciencia exacta:
Sinalefa
La
sinalefa, es la unión de los sonidos de las vocales de un verso en
una única emisión de voz, o sea en una sílaba rítmica. En una
palabra terminada en vocal, que es sucedida por una palabra que
comienza en vocal se podrá aplicar la norma según donde recaiga el
golpe de voz de la unión de ambas, por lo tanto la mejor forma de
comprobar dicha licencia es la declamación en voz alta del verso.
Hiato
El
hiato, es la pronunciación de los sonidos de la unión de las
vocales en dos emisiones de voz, o sea en dos sílabas rítmicas.
Decir que hay hiato, es lo mismo que decir que no hay sinalefa.
Orden
de las vocales según su valor prosódico
El
orden alfabético de las vocales es:
a – e – i – o - u
Pero
a efectos de su estudio, se les han dado a las vocales un orden
jerárquico en cuanto a su valor prosódico, yendo de la más fuerte,
abierta o dominante a la más débil y absorbible o cerrada.
a –
o – e – u – i
Las tres primeras, se denominan fuertes,
llenas o abiertas, (a – o – e)
Las dos últimas, se denominan
débiles o cerradas (u – i)
1) Cuando la primera sea más
abierta que la segunda.
2) Que la segunda sea más abierta que la
primera.
3) O que sean las dos vocales iguales.
O sea que las
alternativas son para el 1º caso:
a-o; a-e; a-u; a-i; o-e; o-u;
o-i; e-u; e-i; u-i
Además, se pueden dar cuatro casos:
Ninguna
de las vocales acentuadas..…...SINALEFA
Las dos vocales
acentuadas…………......HIATO
La primera de las vocales
acentuada.....SINALEFA
La segunda de las vocales acentuada...
.HIATO
O sea, que como norma general:
En pares de vocales
(fuerte – débil)
Cuando la segunda vocal es no acentuada, hay
SINALEFA
Cuando la segunda vocal es acentuada, hay HIATO
Para
el 2º caso: (débil – fuerte)
o-a; e-a; u-a; i-a;
e-o; u-o;
i-o;
u-e; i-e; i-u
Se pueden dar cuatro casos:
Ninguna
de las vocales acentuadas..….......SINALEFA
Las dos vocales
acentuadas…………..........HIATO
La primera de las vocales
acentuada.....….HIATO
La primera de las vocales no
acentuada....SINALEFA
O sea, que como norma general:
En
pares de vocales (débil – fuerte)
Cuando la primera vocal es no
acentuada, hay SINALEFA
Cuando la primera vocal es acentuada, hay
HIATO
Para el 3º caso:
a-a; o-o; e-e; u-u; i-i lo mismo
que el anterior
O sea, que como norma general:
En pares de
vocales iguales
Cuando la primera vocal es no acentuada, hay
SINALEFA
Cuando la primera vocal es acentuada, hay HIATO
REGLA
SIMPLIFICADA
Acento en la
débil.......................HIATO
Sin acento en la
débil.................SINALEFA
La “h” con que empiezan
algunas palabras,
impide la sinalefa cuando siguen las letras ue,
uy, ie
de-hue-vo, le-huyo, me-hiere.
Las triples sinalefas
o ternarias, se forman cuando la vocal del medio es más abierta que
las extremas; ejemplo (o-a-E); nunca (a-u-e).
Además, tiene que
cumplirse la regla de sinalefas entre 1ª y 2ª, y entre 2ª y 3ª
vocales.
En
el cuadro que se adjunta a continuación se contemplan las normas
expuestas:
CUADRO DE SINALEFAS |
Unión de vocales FUERTE/DÈBIL |
ACENTOS |
O – O |
Ó – Ó |
Ó – O |
O – Ó |
|
|
|
|
|
|
|
|
|
A/O |
A/E |
A/U |
A/I |
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
O/E |
O/U |
O/I |
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
SINALEFA |
HIATO |
HIATO |
SINALEFA |
E/U |
E/I |
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
U/I |
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
Unión de vocales DÈBIL/FUERTE |
ACENTOS |
O – O |
Ó – Ó |
Ó – O |
O – Ó |
|
|
|
|
|
|
|
|
|
O/A |
E/A |
U/A |
I/A |
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
E/O |
U/O |
I/O |
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
SINALEFA |
HIATO |
HIATO |
SINALEFA |
U/E |
I/E |
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
I/U |
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
Unión de vocales DOBLES |
ACENTOS |
O – O |
Ó– Ó |
Ó – O |
O – Ó |
|
|
|
|
|
|
|
|
|
A/A |
E/E |
O/O |
U/U |
I/I |
SINALEFA |
HIATO |
HIATO |
SINALEFA |
Para terminar, la licencia de la sinalefa no se debe aplicar en dos particularidades:
Sobre la sílaba principal del verso en el caso que nos ocupa, el endecasílabo, en la 6ª sílaba, ni anterior ni posteriormente.
Sobre la anterior sílaba a la acentuación estrófica, en el caso que nos ocupa la 10ª sílaba.
MIGUEL ÁNGEL MÁRQUEZ
Universidad de Huelva: RITMO Y TIPOLOGÍA DEL ENDECASÍLABO
GARCILASIANO Revista de Literatura, 2009, enero-junio, vol. LXXI, n.o
141,
págs. 14-15, ISSN: 0034-849X
ANTONIO QUILIS, Métrica Española, tercera edición. Colección Aula Magna. Ediciones Alcalá edición de 1975,
TOMÁS NAVARRO TOMÁS Métrica Española editorial Labor S.A. Barcelona 6ª edición 1983
RUDOLF BAEHR Editorial Gredos, Manual de versificación española edición de 1970, quinta reimpresión de 1997
JOSÉ DOMÍNGUEZ CAPARRÓS, Métrica Española. Editorial Síntesis, Madrid edición de 2006
JOSÉ DOMÍNGUEZ CAPARRÓS, Diccionario de métrica española, Alianza Editorial, S.A., Madrid. edición de 2007