Oda a la Copa del Rey 2011

En Valencia, un mes de abril
se vieron dos campeones,
en franca y en buena lid
lucharon por sus colores,
quiso el destino esta vez
al Madrid dar los honores,
de alzar la Copa del Rey
ante las dos aficiones.
En Valencia, un mes de abril
lucharon por sus colores.

Los dos equipos de fútbol
dicen que de los mejores,
entre palmas y ovaciones
desataron las pasiones
en un clamor popular
lanzan a los gladiadores
a la arena de la gloria,
sus armas son sus blasones.
Los dos equipos de fútbol
desataron las pasiones.

Dentro de aquel gran estadio
con todos sus seguidores,
con un estruendoso aliento
se exhibían con canciones
al unísono en estéreo
gritaban las aficiones,
como si una sola voz
expresaran sus razones.
Dentro de aquel gran estadio
se escuchaban las canciones.

Acabada la contienda
aquellos que antaño fuesen
con justicia vencedores
a los campeones ceden,
la copa tan merecida
y a los hinchas les ofrecen
la alegría de este triunfo
que enaltecen sus laureles.
Acabada la contienda
a los campeones ceden.

Al llegar la madrugada
peregrinos penitentes
con la victoria obtenida
hasta Cibeles acceden,
con la copa algo maltrecha
por un accidente leve,
el agua de nuestra fuente
el milagro en ella ejerce
al llegar la madrugada
hasta Cibeles acceden.

La copa ya restaurada
por milagro del orfebre,
sigue el mandato divino
exhibiendo sus laureles
en la sala de tributos
y oráculo de sus bienes
donde todas las estrellas
dejarán su luz latente.
La copa ya restaurada
exhibiendo sus laureles.

Acaba aquí la romanza
de los hechos que anteceden,
a las futuras disputas
esperando parabienes,
cuando no sean posibles
lograr de nuevo las mieles,
a quienes se lo merezcan
honraremos como siempre.
Acaba aquí la romanza
esperando parabienes.



Antonio Nieto Bruna
Copyright ©
24-4-2011



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