Desde su ventana interior

Se llama Rosa Bruna De Las Heras
y vive en una casa muy bonita
en donde su memoria le suscita
encuentros entre sueños y quimeras.

El patio donde están las jardineras 
acoge nuestra zona favorita,
donde se aguarda llegue la visita
con sus alegres formas zalameras.

Junto a la Catedral de Mejorada
andamos hasta el parque más cercano
y allí medita con su voz callada.

Hijos, abuelos, padres, o un hermano
le trae de su infancia recordada
su ayer y su presente más lejano.



La trivialidad de la existencia

Saber en que lugar se ha de buscar
la dicha que acompañe a nuestra esencia
es tan solo una mera consecuencia
que encuentra el peregrino al caminar.

El viaje por la vida ha de pasar
teniendo en cuenta que cualquier creencia
no justifica nunca la evidencia
de lo que no se puede remediar.

Parándonos por todo ello a pensar
entonces usaremos la conciencia,
y el hecho de querer justificar
lo que no puede asegurar la ciencia,
hará que sea un mero transitar
la vaguedad trivial de la existencia.