Soneto a Raquel y Pepe

Un día soleado pasado ya el verano
alegres asistimos a vuestro compromiso
en un jardín florido junto al robusto aliso
jurasteis vuestro votos en un lugar galano.

Amor le prometiste tomándole su mano,
brindándote dichosa entrar al paraíso
y tú tan orgulloso le diste un sí conciso
sellando con un beso un hecho meridiano.

Felices se dirigen para alcanzar su sino
en pos de la aventura de la vida y sus bienes
y nos congratulamos que alcancen su destino.

Después lo celebramos brindando con buen vino
con júbilo les dimos cariño y parabienes
y todos los deseos de andar un buen camino.



Antonio Nieto Bruna
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14-10-2018