Gorrioncillo solitario


Solitario un gorrioncillo por las mesas va pasando
mientras pica un bocadillo y sobras que van quedando.
Los alegres comensales en domingos soleados
cumplen sus normas sociales, en la plaza están sentados.
Una jarra de cerveza con bravas, morcilla, magro,
tortilla y una corteza, en el cuerpo obran milagro.

Al acecho está el gorrión mirando en la mesa el plato
y no pierde la ocasión de beber de algunos vasos.
Aunque toma esas migajas las que tiene más a mano,
para él es una ventaja ser un pájaro tan sano.
Mientras tanto la colilla que encontrara de un cigarro
guarda como una semilla junto a un trozo de somarro.

Su despensa es tan variada como agua de abril y mayo,
que le llega de la nada y le moja de soslayo.
En las fiestas se engalana con su traje improvisado,
va en busca de una serrana pues un baile le ha brindado.
Cuando pasa por su nido mirándola ilusionado,
con su lógico sentido de esa moza se ha prendado.

De tu nido te caíste al querer volar temprano,
te fuiste a buscar alpiste allí donde falta el grano.
Regresaste a la pradera junto al alto y al quebrado,
donde el cantueso te viera alzar tu vuelo soñado.
Pajarillo pinturero en la plaza estás volando,
y a ese libre albedrío un ángel lo está cuidando.



               
Antonio Nieto Bruna
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31-8-2015


Soneto otoñal

Luna naciente, blanca, oscura y fría,
pasa entre alguna nube gris inerte
y hace que se haga mucho más presente
otro otoñal aciago y negro día.

Lluvia discreta el cielo azul cubría
toda su fuerza innata más frecuente,
y ese caer continuo más corriente
se difumina siempre que es baldía.

Pasa el verano suave y muy silente,
esa liviana fronda al fin traía
otra estación con ocre y rojo ambiente.

Siempre que el tiempo solo sea guía
y aunque del árbol quede la hoja ausente,
puede el otoño traiga luz tardía.

Antonio Nieto Bruna
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16-8-2015




Soneto al disco de vinilo

Discos de negras y surcadas caras
tienen en formas de vinilo ajado
dentro de fundas de cartón pintado
mágicos ritmos y eufonías claras.

Gira el gramófono con voz solemne
y ese periodo que plasmó pasado
quiso quedar entre la faz tatuado,
siendo el silencio su testigo indemne.

Todas aquellas melodías fueron
notas dejadas entre tantos sones
siempre que hicieran renacer amores.

Formas continuas de sonido hicieron
nuevas maneras de escuchar canciones
esas que dejan con su don, rumores.

Antonio Nieto Bruna
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2.8.2015