A Víctor


Brilla con su expresión, bella y arcana,
única, natural, tierna y gentil,
de alma tan especial, dulce y pueril,
íntegra de emoción, clara y cercana.

Es contra la razón regla que gana
toda la excepcional forma sutil,
dándonos su jovial aire infantil
hizo que la pasión fuera liviana.

Siempre nos quedará santo y ungido
aunque entre su interior pueda tener
esa luz que nos da con su entender
y con su corazón incomprendido.

Nunca abandonará libre su nido
hecho para abrigar límpido ser.
Cuando mis ojos no lo puedan ver
que sea nuestro adiós inadvertido.








No hay comentarios:

Publicar un comentario